lunes, 31 de mayo de 2010

Algunos capítulos del paper de Adrian Johns-Piracy as a Bussines Force

Carlos nuestro traductor comparte algunos capítulos del libro Piracy as a Bussines Force de Adrian Johns:

PIRATERIA III

En 1960 el argumento de Coarse se hizo real con el aumento de las radios piratas como fenómeno de masas. Existían desde 1920 y continúan hasta hoy. Lo nuevo en los 60 (y que continúa en los 80) es que se hizo cultura popular.

Por un acuerdo con el sindicato de músicos, la BBC no podía emitir mas que una pocas horas de música, mayormente clásica, por día por limitaciones basadas en la ley inglesa del “copyright” y por esta situación debió recurrir a manejos para emitir música popular. Las radios piratas, operando desde barcos ubicados fuera de los límites territoriales, transmitían sin limitaciones los último éxitos. Una gran proporción de la población inglesa se transformó en escuchas piratas y esa actividad se instaló en todas partes del reino.

Esta situación alteró la significación de los argumentos de medios que había postulado Coarse una década atrás, indicando que la BBC podía ser sobrepasada.

Las radios piratas afirmaban que su audiencia era muchísimo mas grande que la de la BBC y si bien esto no podía ser verificado, nadie suponía que esa era la realidad.

La llegada de las radios a transistores significó que la actividad de escuchar no estaba relacionada con una actividad familiar, como había sucedido antes de la guerra mundial II. Ahora todos eran piratas, escuchaban en todas partes y, muy importante, también en los automóviles.

Pero ahora los argumentos de Coarse se alteraron en su significado. Este se había enfocado en las tramitaciones internas de la creación de la BBC. La realidad era que esta podía ser largamente sobrepasada por la disparatada estructura de las radios piratas. El problema es como estas radios se aseguraban en esa posición de éxito y que implicancias tenía esto.

El primer punto es que para todos los de las radios, incluyendo los DJ, el enfoque era ideológicamente libertario. En este contexto las radios desafiaban a el monopolio público de la BBC y eventualmente derrocarla, buscando legitimarse en el proceso. Esto no podía lograrse con un grupo desorganizado de radios piratas, era necesario que se organizaran globalmente, lo que equivalía constituir una red, lo que era clave para su desarrollo.

En ese momento, personalidades que actuaban en política –partido Liberal- formaron el IEA (Instituto para Asuntos Económicos), que adquirió importancia en el estudio de la historia de ,a economía y la política actual. Su evolución lo transformó en un centro de estudios (think-tank)

Que se basaba en Coarse y Hayek que buscaba superar el enfoque Keynesiano de la política del país. Margaret Thatcher lo declaró el incubador de sus ideas y Milton Friedman acordó.

El IEA analizó la situación de las radios piratas, las estudió técnicamente y publicó numerosos artículos sobre el tema y sobre la propiedad intelectual.

El IEA actúo sobre tres frentes, televisión, radio y copyrights. En el primero se posicionó, basándose en Coarse, con un enfoque radicalmente revisionista de la historia moderna del medio, que no debía verse como un abandono del sistema sino como la mas exitosa alternativa al monopolio.

En el caso de la radio, mantuvo un esquema similar, concluyendo que debía abrirse la competencia con un esquema local, con estructura empresarial y no paternalista e integrada en una red (y por tanto un quasi-monopolio, como había sucedido en la televisión).

El tercer proceso se basó en el estudio “Copyrights and the Creative Artist (1967), que profundizó en el énfasis en el carácter individual y local de la cultura, delinenado el conflicto entre quien produce y quien consume propiedad intelectual. Subarayaba que esta nunca había producido un trabajo genial. En general se planteaba una convergencia de los argumentos neoliberales contra el copyright y el monopolio de broadcasting de un siglo atrás.

Lo imprtante es que trataron de enseñar sobre el rol social de los llamados “piratas” en general y del rol pivotal que tenían esas radios en la nueva política de comunicaciones y en la cultura pública. Este estudio completaba con una adenda titulada “Piracy as Business Force“, recalcando que la hostilidad a la piratería comercial no era nueva ni desconocida. Los recién llegados a una actividad tenían que violar, necesariamente las “reglas tácitas” con las que esa actividad operaba. Se citaban algunos caso de hechos de este tipo en la industria editorial (Penguin books) y el ingreso de un bolsero en la comercialización de líneas blancas en Inglaterra. Ambos enfrentaron monopolios y las radios piratas probaron la existencia de reglas tácitas que, en si, estaban superadas.



CAPITULO IV

No habia disputa teórica. Smedley creó la Radio Atlanta, una de las primeras piratas, uniéndola luego a Radio Carolina, con lo que se empezó a organizar la red. Y también se inició la competencia con la BBC y, libre de las restricciones del copyright, a superarla. Mas de la mitad de los conservadores del parlamento apoyaban el principio de “libertad en el aire” mientras que el gobierno, laborista, no decidía que actitud tomar. El problema que se veía no era la radio sino la red.

Apareció R. Hoggart, que había estudiado los hábitos de lectura de la clase trabajadora. Fue crítico feroz de Atlanta y Carolina. Señalaba que ocurriría una catástrofe. Durante algunos años se mantuvo esta pelea entre ambas posiciones. Hoggart proponía la creación de una universidad “en el aire”. La situación se define mas adelante, en 1970, cuando el gobierno toma parte de la postura de Hoggart y crea la universidad abierta (Open University)

Smedley se encontró con un competidor, R. Calvert que ocupó un fuerte militar abandonado sobre el estuario del Tamesis y desde allí empezó a transmitir su Radio City, cubriendo Londres. Como la mayoría de las radios piratas habían acordado términos con las discográficas, City quedó como la pirata ultima pirata verdadera. Para Smedley esto podía ser desastroso y luchó para incorporarla a su red. Calvert quiso tomar un camino por su cuenta y Smadley contrató matones que tomaron el fuerte y mantuvieron al personal de Radio City como rehenes. Calvert fue a la casa de Smedley y este lo mató.

La muerte tomó todos los diarios. Smedley fue liberado por “defensa propia”. Hubo reacción en el gobierno y se aprobaron leyes prohibiendo la publicidad en las radios piratas, con lo que prácticamente las ahogaron. Las radios capitularon, salvo Carolina, que duró un tiempo mas, aunque revivió mas adelante. El gobierno logró superar las restricciones que se habían aplicado a la BBC, la que experimentó la mas grande transformación de su historia. Creó en 1967 la Radio One, que era la primera de música pop. El personal fue reclutado de las piratas.

Se dijo que era una “revolución falsa”. Un miembro de la cámara de los lores dijo “Ellos (la BBC) han resultado ser los mayores piratas”.

Poco tiempo después Radio Essex operada por R. Bates se mudó a una plataforma de cañones anti-aéreos (Roughs Tower) ubicada a mayor distancia, en el mar. Tomó parte del personal de Caroline y se propuso defender su territorio de quienes llegaran hasta allí. Terminó declarando Roughs Tower como un estado independiente. Y así es como nació Sealand. Que es el punto donde empezamos este ensayo.


PIRATAS V

Desde Saaland hasta Pirate Bay – desde radio pirata hasta piratería digital. ¿Cuánto de transición hay aquí?. Por un lado en muy grande. El poder y las pracicas del medio digital son muy diferentes del analógico. Pero la cultura digital es cultura por todo eso. Y como tales, continuidades y distinciones se mantienen como consecuentes a lo largo de la historia, para conformarla. Ejemplo: el sistema HeavenCo-Sealand es, superficialmente, homologa estructuralmente a las empresas conformadas para manejar Radio Atlanta, Radio Carolina y sus pares. Es plausible que haya verdaderos aspectos heredados que puedan ser seguidos entre las practicas comerciales de las estructuras piratas y las Sealand.

Es común a las aéreas de contención de las filosofías piratas de hoy enfoques fuertemente moralizados de la naturaleza del trabajo creativo. Un “ethos” de apertura o de acceso es considerado virtuoso por cuanto es verdadero al carácter intrínseco de la verdadera ciencia. Lo importante no es que el tono de esta normativa sea producto de la historia. Ese tanto es analítico, como observan los filosofos. Es el elemento particular de la historia de la que emergieron estos temas. Lo que sugiero es que la filosofía moral del libertarismo digital actual tiene una genealogía diferente de la que usualmente se invoca –una genealogía que no lleva a Stewart Brand y finalmente a John Stuart Mill, sino a Oliver Smedley y Ronald Coase (y mas allá de ellos a los primeros pioneros y hasta quienes hicieron campañas contra los patentamientos). Y además sugiero que el Coase que importa en este aspecto, no es el autor del teorema de Coase, sino el historiador que observo los sesgos en las auto-evidentes virtudes de los monopolios de información de la BBC,

Por supuesto que ambos Coarse no son separables. Pero una vez que lo reconocemos, se empiezan a ver ecos en el amplio planteo económico de F. Hayek y sus aliados con posterioridad a la primera guerra mundial y que yo argumento está por detrás de la defensa hecha por IEA de las radios piratas y sus ataques a los copyrights. El caso nunca fue solo económico sino también, y mas fundamental, moral y también epitemológico. Sus proponentes desafiaban la clase y la calidad del conocimiento que los seres humanos podían tener. El “calculo económico” del planeamiento central, argumentaban Hayek y sus seguidores, se basaba en falsas concepciones de información social – mas allá que los planificadores carecieran de la información adecuada y que no tuvieran la posibilidad de obtenerla. La planificación restringía las libertades, basándose en un imposible reclamo de ciencia. Y restringían la creatividad – incluyendo la ciencia misma - sobre la misma base frágil. Lo que se necesitaba, Hayek mismo insistía, era alguien que, en el lugar mismo. Tuviese acceso al conocimiento de los aspectos particulares. La realidad social que emergió en ese momento al nivel mas local, y también a ese nivel se modificaba permanentemente. Cualquier observador actuando des de un enfoque centralizado tendría, inevitablemente, una visión distante, parcial y empobrecida de la realidad social. El carácter local de la realidad práctica era entonces, “ el verdadero problema teórico central de la ciencia social” (Hayek, 1948: esp.77-8). Lo que debería resolver el problema era una práctica y no una teoría, y que una que fuese promovida por muchas personas actuando en el campo y no por una única en una oficina. Para Hayek la manifestación de esta práctica en términos formales era el sistema de precios. Este sistema de precios era, entonces, un verdadero sistema de información. El precio de un bien no nace por una decisión centralizada sino porque los individuos poseedores del conocimiento comunicaban lo suficiente para establecer algún grado de estabilidad, sin que cualquiera de ellos se contactase mas que con unos pocos (Hayek, 1948: 86). Resultaría “mas que una metáfora”, concluyó, describir el sistema de precios como ün sistema de telecomunicaciones”. Lo que omitió decir es que ese sistema no debía corromper el conocimiento público al estar en si interesado- como sería el caso si estuviese monopolizado. En otras palabras, es posible argüir que el ataque a los monopolios creativos que hemos visto en Plant, Coase y la IEA, reflejaban imperativos enterrados profundamente el corazón de lo que fue luego la causa neo-liberal que logró preponderancia con las victorias de Thatcher y Reagan en los años 1979 y 1980. Puede que las controversias sobre los medios piratas hayan ayudado al thatcherismo en particular a ser lo que fue.

El hecho es que el himno de la IEA declamando “la piratería como una fuerza de negocios” evocó esos largos plazos y grandes transformaciones culturales. Necesitaba hacerlo, bastante paradójicamente, por razones próximas. En 1960 parecía como si se hubiese perdido una campaña que buscaba la “creatividad” dispersa. Pese a Plant, Coase y sus aliados, estaba en contra de desregular los medios. Pero justo en ese momento millones de ciudadanos empezaron a usar radios portátiles miniaturizadas, dejando de sintonizar el monopolio de las ondas y buscando las impredecibles, parcialmente ilícitas y francamente comerciales emisoras. La cohorte de Smedley vio, en esto, la posibilidad de un profundo desafío a todo el sistema político y económico Su proyecto Atlanta se iniciaría al socavar los monopolios de la información. La piratería, para ellos, fue primero una fuerza empresarial, luego cultural y finalmente política. Prometía transformar los medios en Gran Bretaña y en Europa y, por lo tanto, transformarse en el borde de una cuña contrarrevolucionaria en la cultura económica y política. El objetivo inmediato fue la comercialización ilimitada del media radial y el objetivo mas distante, una transformación de GB en un libre mercado. Pero otro objetivo se fue conformando en el proceso: la concreción de un ideal libertario de creatividad distribuida. Sabemos ahora que por lo menos en el medio término, los Coasianos se impusieron en todos los frentes. Laissez-faire, comercialización y creatividad distribuida se transformaron en ortodoxias en los 80s y los 90s. Lo que Smedley y sus aliados no habían percibido era que, al triunfar de manera tan decisiva, estaban fijando los términos para la generación de conflictos




Y Gracias a Carlos por su traducción!!!


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