sábado, 1 de mayo de 2010

Y si con las máquinas que repartirá el Estado, vienen los libros digitalizados para el colegio...


Sobre una ponencia en el Simposio Internacional de Políticas Públicas para Acervos Digitales




Pensando en la Feria del Libro y la posible ley del libro que tanto reclama rep y que criminalizará a los bibliotecarios y hará el acceso al libro más complicado para quienes lo precisen, una ponencia en el Simposio:

‘Tenemos la oportunidad histórica de devolver al derecho de autor su atribución original’

Por: Lucas Pretti, en la categoria Cobertura día 28/04/2010

De tan precisa y cartesiana, la teoría defendida por el historiador Pablo Ortellado (Gpopai-USP) causa extrañez. Durante el Simposio Internacional de Políticas Públicas para Acervos Digitales, él procura probar con números y relaciones/deducciones inteligentes que el derecho de autor no tendría sentido en el contexto de la producción/consumo de libros en Brasil.

Es simple de entender, en verdad. Para Ortellado, la “misión pública” del derecho de autor fue subordinada a los intereses económicos. “Con la tecnologia e internet, tenemos la oportunidad histórica de colocar al derecho de autor en su lugar original, de promover la creación y el reembolso justo de los criadores”, dice.

Siga el razonamiento:

  • 70% del mercado de libros en Brasil es educativos (libros didácticos o técnico-cientificos), porque el país tiene una baja taza de lectura y una alta taza de analfabetismo. Por eso, la lectura se concentra en lugares obligatorios, como escuelas y universidades.

  • Pero 85% de los estudiantes comprometerían toda la renta familiar si adquiriesen los libros requeridos en la bibliografia básica de los cursos por un año

  • 30% de la bibliografia utilizada en los cursos son libros agotados en el mercado. Por lo tanto, los estudiantes o no tienen el libro porque no está en mercado o porque es caro.

  • En los últimos 10 años, el número de vacantes en la enseñanza superior brasileña aumentó 238%, pero la producción y venta de libros técnico-científicos quedó estancada. Traducción: más gente está en la facultad, después de políticas de incentivo como el ProUni, pero los nuevos estudiantes no pueden comprar libros.

  • La presencia del Estado en este sector es bastante significativa:
  1. paga salarios a científicos y financia la investigación

  2. da inmunidad tributária e incentivos a empresas editoriales

  3. mantiene a editoras públicas, con recursos que serían de las universidades

  4. compra 30% del mercado editorial para distribuir los libros en la red pública de enseñanza

Sobre cada uno de los puntos:

  1. de 26% a 86% de los autores de libros estaban trabajando en el sector público con dedicación integral cuando escrebieron el libro. El libro fue un subproducto de esos funcionarios públicos, que lo hacian en horas del trabajo. Además de eso, 92% del financiamiento de la investigación académica en el país tiene origen en fondos públicos (agencias de fomento a la investigación científica). Conclusión: casi todos los contenidos son fruto de inversión pública directa.

  2. La exclusión del sector librero de impuestos hizo que deje de se recaudar más de 1.000 millones de reales, algo equivalente al presupuesto de todo el Ministerio de Cultura.

  3. Las editoriales públicas no tienen un modelo de gestión en que algum lucro sea previsto, para reinversión, como en el caso de Petrobras (la Estatal de Petróleo). Es todo integralmente subsidiado por el gobierno en este escenario.
  • Por eso, la conclusión: si hay financiación pública en maza en toda la cadena, ¿por qué hablar en derecho de autor? “Es un doble sueldo”, afirma.
  • Todavía mas pensando que la producción anual media en el mejor departamento de sociologia del país (elegido a propósito como modelo) es de apenas un libro completo publicado, fuera algunas coletaneas de artículos. Promedio: dos capítulos por profesor por año. Sueldo del profesor universitario: R$ 9.500 en promedio. Derecho de autor sobre las obras producidas: R$ 100. “Es absolutamente irrelevante. Eso porque generalmente el profesor ni siquiera cobra el derecho de autor,, prefiere cobrar en libros.”
  • -Si es un sector altamente subsidiado por los gobiernos, ¿cómo pueden decir que hay una pérdida al sector de libros con la piratería y las fotocopias? La Asociación Brasileña de Derechos Reprográficos (ABDR) divulga que 2.000 millones de copias no autorizadas son hechas en Brasil por año, lo que genera R$ 400 millones de pérdidas y R$ 60 millones de impuestos no recaudados por el gobierno. “Pero esa investigación, se es que fue hecha, nunca es presentada, ni divulgada de forma abierta, no se sabe la metodologia”, dice Ortellado.

“Un sector com tanto subsídio precisa dar un retorno a la sociedad. Precisa llevar a la sociedad el retorno y el interés público de la ciencia, que está hoy subyugada al interés económico de los derechos de autor”, es la conclusión del profesor Pablo Ortellado. Es su afirmación final y es aplaudido.

Fuente site del Simposio Internacional de Políticas Públicas para Acervos Digitales.



Sólo queda pensar cómo serán esos números en la Argentina, cuánto es lo que se subsidia en nuestro país a las editoriales, cúantos libros compra el Estado en los tres niveles, Federal, Provincial y Municipal a las editoriales para distribuir en los colegios. Cuántos científicos que publican por fuera de las editoriales oficiales cobran sueldos del Conicet o de otros lugares públicos....Y ahí hacer las cuentas.

Pero ya sabemos el rosario con el que estarán en la Feria del Libro....


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