Fuente Página 12.
Tras aportar un millón de dólares a los promotores de la legalización en el plebiscito que el martes se celebra en California, Soros opinó que “la única forma de reducir el delito, la violencia y la corrupción narco es legalizar la marihuana”.
A una semana de que en el estado de California se plebiscite por primera vez la legalización de la producción y venta de marihuana para mayores de 21 años, el multimillonario inversor George Soros hizo su aporte al debate, como cuando se trata de eventos relacionados con la reducción de daños para usuarios de drogas. Donó un millón de dólares a quienes promocionan la aprobación del plebiscito y expresó que está a favor de la legalización y fiscalización impositiva del cannabis en todo Estados Unidos, porque “permitiría ahorrar miles de millones en costos de aplicación de la ley y encarcelamientos”. Soros también aseguró, y está históricamente probado, que la prohibición de la marihuana en su país adoptivo se basó en prejuicios racistas, contra los afroestadounidenses y mexicanos, principalmente.
Los argumentos del multimillonario fueron publicados ayer en un artículo de opinión en The Wall Stret Journal. Las leyes contra la marihuana, señaló, “hoy hacen más daño que lo que aportan de bueno, ya que no han logrado prevenir que sea la sustancia ilegal más consumida en Estados Unidos y en otros países”. La situación carcelaria, agregó, ya refleja el fracaso del prohibicionismo: las fuerzas de seguridad detienen cada año a unas 750 mil personas por tener pequeñas cantidades de marihuana. “Esos arrestos suponen el 40 por ciento de todos los relacionados con (la persecución del) narcotráfico”, detalló Soros.
Por otra parte, el financiero estadounidense explicó que la represión de la tenencia de marihuana para consumo personal posibilita “desigualdades raciales” y, en ocasiones, violaciones de las libertades civiles. “Los afroamericanos no usan la marihuana más que otros estadounidenses, pero son detenidos tres, cinco o incluso diez veces más, según la ciudad, que los demás por su posesión”, argumentó Soros.
Para muchos jóvenes verse atrapados por el sistema de justicia criminal “es más dañino que la misma marihuana”, escribió el empresario, al referirse al registro de antecedentes criminales en el que quedan inscriptos por llevar a cabo lo que no implica un daño a terceros sino una elección personal e íntima. Los mayores beneficiarios de la situación actual, aseguró Soros, “son las organizaciones criminales de México y otros lugares que ganan miles de millones de dólares con ese comercio ilegal y que perderían rápidamente esa ventaja si la marihuana fuera considerada un producto legal”.
Desde el 2006 hasta ahora, la guerra contra el narcotráfico en México, según las estadísticas del gobierno de Calderón, ya provocó 30 mil muertos en ese país (en 2009, hubo 9635), principal proveedor de drogas sintéticas y de diseño en Estados Unidos, ya que la marihuana sigue exportándose, pero hubo un crecimiento record de los cultivos indoors, o bajo techo, en Norteamérica. Para Soros, la única forma de reducir “los delitos, la violencia y la corrupción que genera el narcotráfico” es legalizando la marihuana, como en su momento se hizo con el alcohol.
Soros también explicó que la prohibición del cáñamo y sus derivados, que en Estados Unidos se produjo entre 1915 y 1933, según los estados, “no se basó en la ciencia o en la salud pública, sino en los prejuicios y la discriminación en contra de los inmigrantes de México, que la fumaban”. El empresario propuso, además, como política pública “invertir en una educación más efectiva” entre los jóvenes para prevenir el abuso de las sustancias, ya que “las detenciones y encarcelamientos son inefectivos”.
Los argumentos que presentó el magnate para legalizar el cannabis son similares a los que llevaron, según él, “a la Comisión Latinoamericana sobre la Democracia y las Drogas, integrada por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; César Gaviria, de Colombia, y Ernesto Zedillo, de México, a incluir la despenalización de la marihuana entre sus recomendaciones de política antidrogas”. Ayer, Soros contribuyó con un millón de dólares a la campaña para la legalización de la marihuana en California, a votarse el próximo 2 de noviembre.
Según una encuesta del diario Los Angeles Times y la Universidad del Sur de California, publicada la semana pasada, la Proposición 19 (así se llama el proyecto de legalización) es rechazada por una diferencia mínima: el 51 por ciento de los votantes está en contra. El resultado del plebiscito es vinculante. “No resolverá todos los problemas relacionados con las drogas –comentó Soros sobre la legalización de la marihuana–, pero sí sería un gran paso adelante en el tema.”
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