sábado, 16 de octubre de 2010

Sagas del Dominio Público-Prisionera de la Ley-Prefacio por Davis Guggenheim

Prefacio
Davis Guggenheim
Realizador y vencedor de un Óscar con el
documental Una Verdad Incómoda


Como realizador y productor de proyectos con fines comerciales y no comerciales, me encuentro en los dos lados de la guerra que se desarrolla en torno de los derechos de autor y del dominio público. En mi última película, Una Verdad Incómoda, nos fue terriblemente dificil obtener los derechos para usar el mas variado tipo de material. El simple hecho de haber tenido que descubrir el origen y averiguar el estatuto legal de imágenes de archivo casi aniquiló a la película.

Pasámos por el stress de responder a preguntas urgentes como:

  • ¿Quién es el dueño de este material?

  • ¿Si hay alguien que piensa que es el dueño de este material me va a procesar?
  • Apesar de haber sido considerado material en dominio público hace diez años, ¿Puede ser que exista alguna posibilidad que alguien lo reclame como suyo?

  • ¿Los abogados de la compañia de producción y del estudio aceptarán las conclusiones a las que llegué después de mi análisis y me dejarán usar este material en el documental?


Perdi muchos planos y secuencias por no haber sido capaz de responder a estas preguntas.
El peor ejemplo que puedo dar pasó cuando estaba por hacer una película intitulada The First
Year, un documental que seguia a cinco profesores durante el primer y tracionero año en que trabajaron en una escuela pública.
En el climax de la película, uno de los profesores, que está por llevar a los alumnos por
primera vez a una visita de estudo, oye la canción Stairway to Heaven, de Led Zeppelin. y simultaneamente divertido y trágico observamos el momento en que anuncia a los jóvenes, esta es la mejor canción que alguna vez fue escrita, al mismo tiempo que aumenta el volumen en el ómnibus.
El profesor está exultante de alegria, revelandose por primera vez frente a sus alumnos. Éstos se muestran aburridos. Todo en la película prepara este momento y cuando el público ve esta escena rie y llora, porque es al mismo tiempo conmovedor y trágico. Pero la mayor parte del público no llega a ver esta escena en la película. En el dvd, que todavía está en venta, la escena fue omitida porque no consegui la autorización para utilizar Stairway to Heaven. Gracias a lagunas arcaicas, pude usar la canción en un festival de proyecciones y en la televisión pública
estadounidense, pero a partir del momento en que entraban en escena usos con fines
comerciales fui prohibido de usarla. No porque no pudiese pagar para licenciar la canción, sino porque nunca consegui localizar a los detentores de los derechos o a sus representantes (que son varios, lo que es otra triste historia).

Hace diez años, habria usado la canción, justificandola con la doctrina del fair use (uso amigable). Ahora los abogados de los distribuidores tienen miedo de la posibilidad, la mera posibilidad, de llegar a ser levantado algun proceso judicial contra la película. Hay dos tipos de problemas. El primero es el cada vez mas reducido mundo del fair use (uso amigable) tal como es interpretado por el mundo juridico de punta. En términos prácticos, esto significa que cada vez que tomo mi cámara y miro a través de la lente, hay cada vez menos cosas que podemos usar libremente:

  • ¿Tengo que obtener autorización para usar aquélla lata de gaseosas, aquél auto o aquél rascacielos?

  • ¿Qué es lo que pasa en nuestra cultura cuando algunos de nosotros podemos pagar y otros no?
El otro perturbador problema es la incerteza generada por este escenario. Hasta la mayor parte de los peritos legales que trabajan en este área tienen dificultades en interpretar la actual línea que divide el fair use de los restantes usos. Su incomodidad es casi sensible cuando les proponemos la mas sólida de las interpretaciones acerca de este asunto. La verdad es que la mayor parte de nosotros no sabe cual es la respuesta. Y el no saber significa que gana la interpretación mas estricta.

Ningún abogado responsable quiere exponer a su cliente a la posibilidad de que le inicien un juicio, aunque esta posibilidad sea remota.

Y es así que maravillosos momentos de magia son cortados de las películas momentos simples y profundos. Pero esto no tiene necesariamente que suceder. Las licencias Creative Commons ayudan a los artistas que quieren proteger su trabajo y definir con claridad de que forma ese trabajo puede ser compartido. Y este maravilloso comic, divertido e inteligente, simplifica
un asunto muy complejo para que las personas como yo comprendan. Tengo siempre una copia en mi escritorio, para cuando tengo dudas




Si quieren conseguir el comic en varios idimas, todavía no en español.

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