Torrente sanguineo
La red peer-to-peer creada por Bram Cohen en 2004 cambio la forma en que se intercambian archivos por Internet y ahora pretende convertirse en sello musical y marcar agenda. Con 80 millones de usuarios mensuales, su pretension es mas que atendible.
Por Mariano Blejman
Bram Cohen camina en solitario entre los pasillos de una de esas conferencias de Internet que suelen atiborrar las calles de San Francisco, cada semana. Treinta y cinco años sobre los hombros, un andar sereno y una cierta simpleza en el hablar, arrastra los pies del programador que hace no mucho tiempo escribió el protocolo peer-to-peer de BitTorrent, una forma de distribuir información (básicamente usada para bajar música y películas) que cambió la forma de compartir archivos. Cada usuario que está bajando un archivo a través de BitTorrent, también está ofreciendo su conexión para que otros usuarios bajen archivos. “Las restricciones que pusimos en el pasado no funcionaron, así que vamos a pensar en otro modelo promocional”, le dice Cohen al NO, cuando este suplemento le sale al cruce como quien ha visto un fantasma. La red de BitTorrent tiene 80 millones de usuarios mensuales y cerca de 325 mil de esos usuarios provienen de la Argentina. Lo que propone BitTorrent es convertirse en una plataforma oficial para lanzamientos discográficos y audiovisuales oficiales, en donde los artistas puedan liberar sus derechos a través de licencias Creative Commons, es decir permitiendo el derecho de copia.
El programa piloto de BitTorrent se lanzó hace dos semanas en el TechCrunch Disrupt, un encuentro tecnológico dedicado a las compañías que arrancan con una nueva idea en Internet, las llamadas start-up, la cual estaba auspiciada por la empresa creada por Cohen. Allí se mostró como casos estudios a Pioneer One, la película Yes Men y el artista Paz. La ecuación de Cohen es simple: “Tenemos 80 millones de usuarios alrededor del mundo, somos un espacio para promocionar a los artistas que ya están siendo compartidos por los mismos usuarios. Tenemos llegada directa a ellos”. La idea es que músicos y realizadores puedan ofrecer su contenido para ser bajado por millones de usuarios alrededor del mundo. “Hay que experimentar nuevos modelos de distribución”, asegura Cohen. Los casos testigos detrás de Yes Men y Pioneer One como el de Paz sirvieron para testear el funcionamiento: “Internet cambió la forma en que la gente encuentra música. Si los artistas no pueden evolucionar, no pueden sobrevivir a este momento. Sabía que había mucho potencial para los artistas en BitTorrent y el resultado resultó increíble”, decía Paz.
En junio pasado, el audiovisual hecho para BitTorrent llamado Pioneer One fue lanzado con la ayuda del sitio VODO. Recibió cerca de un millón de descargas y unos 60 mil dólares en donaciones y esponsoreo. En julio, también a través de VODO, se publicó la película The Yes Men Fix the World - P2P Edition. El film ya fue descargado cerca de 700 mil veces, y recibió cerca de 22 mil dólares en donaciones. Y, en agosto de 2010, BitTorrent anunció la salida del álbum debut de Paz llamado Young Broke and Fameless, disco que tuvo cerca de 100 mil descargas en el primer día, y acaba de llegar a las 540 mil descargas comprobadas. Como resultado, Paz incrementó su base de seguidores. La idea es que músicos y cineastas puedan subir sus creaciones a www.bittorrent.com/artists. Allí la compañía revisará las peticiones y elegirá a los mejores productos para ser difundidos a través de BitTorrent o a través de sitios como VODO o ClearBits, espacios que llevan la delantera en eso de ofrecer contenidos musicales y audiovisuales con “permiso” de los artistas.
Para los creadores de BitTorrent, los modelos propuestos por los sellos tradicionales sólo les sirve a los artistas consolidados. “En Internet, los usuarios pueden mezclar la curación de contenidos mejor que en los canales tradicionales. Pero sólo si les dan la oportunidad de ver, escuchar y promover el trabajo de los artistas. Aunque no tenemos todas las respuestas, es un gran esfuerzo trabajar con los artistas para experimentar nuevas formas de distribución digital. En el camino, tendremos la posibilidad de ofrecerles a los usuarios nuevo contenido que de otra manera se hubieran perdido”, dice Cohen.
BitTorrente
Como decíamos, hace no mucho tiempo, BitTorrent cambió la forma en que los archivos podrían bajarse de Internet. Cada usuario que baja un archivo, también está ofreciendo sus archivos para ser “bajados”. Así, los 80 millones de usuarios comparten libremente música, películas, juegos y aplicaciones, a través de dos programas desarrollados por BitTorrent: el cliente BitTorrent y el software Torrent. Así, la responsabilidad sobre el intercambio de archivos –sean legales o ilegales– recae en los propios usuarios, antes que en la empresa misma. La creación de Cohen le valió a BitTorrent una catarata de premios y reconocimientos: en 2006 fue elegido finalista en Red Herring 100 North America Finalist, en 2007 recibió el CNET’s Webware 100, el DCIA Innovator’s Award y el Streaming Media Reader’s Choice Award, y en mayo de este año fue reconocida como una de las “Hottest San Francisco Companies” por Lead411. Y Cohen solito recibió en 2004 el Wired Rave Award, en 2005 el Time’s Most Influential People, en 2006 el Usenix Stug Award y en 2010 el Internet Evolution 100. “Ahora, uno de los objetivos será generar agenda propia. No seremos sólo una compañía que ofrece un protocolo sino que empezaremos a desarrollar contenidos promocionales. Por ahora no estamos cobrando, pero en algún momento esperamos tener algún tipo de ganancia”, dice Cohen.
Una de las preocupaciones de los artistas, según los creadores de BitTorrent, es sobre los derechos de autor. Cohen tiene respuesta para esto: “Una vez que tu arte está en Internet, la gente puede hacer lo que quiera con él. En vez de pensar en el arte como un producto, hay que pensar que el producto es el nombre del artista y que el material on line –sobre todo para los músicos– es promocional”. La tesis de BitTorrent es que los ingresos para los artistas serán gracias a los shows, las pasadas en vivo, los acuerdos comerciales, el merchandising y las remeras. Pero de vender discos, ni hablemos. La idea de BitTorrent es que los productos difundidos a través de la red tengan algún tipo de licencia que permita la distribución del contenido on line, como las Creative Commons. Cohen asegura que entre el material recibido se prestará especial atención a lo “nuevo, fresco e intrigante”.
Otro modelo
Mientras en Estados Unidos el modelo propuesto por iTunes de Apple concentra el 70 por ciento del negocio de la venta discográfica en Internet, en la Argentina las trabas burocráticas para poder facturar otros productos a través de las telefónicas y una falta de cultura en la compra electrónica han impedido el crecimiento. En las grandes ciudades de Estados Unidos las disquerías brillan por su ausencia: se parecen más bien a objetos vintage que están desapareciendo como en el país de las últimas cosas. Según ven las cosas en BitTorrent, muchos músicos tienen como sueño lograr un gran acuerdo con los sellos discográficos. “La verdad es que la mayoría de los músicos jamás va a tener ese acuerdo discográfico. Y si lo tienen, los sellos se concentrarán en el modelo de ‘hit’ que remueve al artista del proceso y no le permite conectarse con sus audiencias, y mucho menos acceder a la mayoría de las ganancias”, según Cohen.
Según la teoría de Chris Anderson desarrollada en su libro The Long Tail, en el salto del modelo físico al modelo digital, una nueva forma de consumo se apropió de los mercados: la idea central es que por la manera en que se distribuyen las compras on line y los mecanismos de recomendación, una nueva camada de artistas podría vivir de las ventas y los mercados estarían dominados por miles de pequeñas ventas, antes que de unos pocos grandes artistas. Salido de una competición de MasterCard para colegios secundarios –sí, sí, no es muy rockero que digamos–, Paz se seleccionó entre 25 mil aspirantes al premio y viajó con el legendario músico country Tim McGraw en una gira con él. Cuando empezó a pensar la forma de distribuir su música, entendió que ni iTunes ni Amazon le ofrecerían lo que podía ofrecerle la comunidad alrededor de BitTorrent. Entre las cosas que hizo Paz en su sitio (paz.fm) fue pedirles a los usuarios que elijan el arte de tapa. “Este modelo difiere al tradicional: los nuevos artistas no dependen de la venta de CDs, ni de las descargas digitales pagas, sino de la relación con los fans, lo cual se trasladará a los shows y al merchandising”, dice Cohen. “Así, el poder de los músicos sobre su obra es total y el modelo de negocio encaja con la nueva realidad digital.”
Perfil: Cohen versus Cohen
Bram Cohen creció en Manhattan, Nueva York, y aprendió a escribir en idioma Basic cuando tenía cinco años de edad. Atravesó las olimpíadas matemáticas de su país, mientras estudiaba en la escuela Stuyvesat de Nueva York. Largó sus estudios a mediados de los ‘90 para trabajar en una gran cantidad de compañías puntocom. El último de sus proyectos fue MojoNation. Allí, la idea central era permitirle a la gente distribuir archivos confidenciales en pequeños pedazos encriptados y distribuir esas piezas en computadoras que estuvieran corriendo ese software. Si alguien quería bajar una fila encriptada, podría bajarla simultáneamente de varias computadoras a la vez.
Gracias a ese concepto, Cohen desarrolló un nuevo protocolo de comunicación llamado peer-to-peer, y pensó que podía servir para otro tipo de archivos. Mientras en aquel momento plataformas como KaZaA o Napster ofrecían una velocidad lenta debido a que las fuentes eran únicas, Cohen desarrolló BitTorrent para bajar archivos de diferentes fuentes. Así, la lógica es que mientras más popular es el archivo, más rápido se bajará de la red. En 2001, Cohen habló de sus ideas en la primera CodeCon y escribió su primera implementación en un software llamado Python. En el verano estadounidense de 2002, Cohen juntó un poco de pornografía gratis para testear su programa. Según él mismo dice, jamás violó ningún copyright usando su propio software, aunque millones de usuarios seguramente lo hacen sin saberlo (y algunos sabiéndolo, claro).
La compañía BitTorrent Inc. fue creada por Cohen y su hermano Navin, y a mediados de 2005 se unió el capitalista David Chao de Doll Capital Management. Ese año, asediados por las corporaciones del derecho de autor, los Cohen hicieron un acuerdo con la MPAA de Estados Unidos para remover contenidos ilegales del sitio oficial de BitTorrent. El acuerdo fue firmado con siete grandes estudios de Estados Unidos, lo cual dio origen a otros buscadores BitTorrent, fuera del sitio oficial. Ahora va por la industria discográfica.
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