Brasil:Fabricante de software gana disputa en la justicia contra empresa de enseñanza a distancia controlada por grupo de universidades privadas
Después de ocho años en los tribunales, un caso de piratería involucrando a universidades particulares de varios Estados de Brasil se aproxima a la etapa final. La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia (STJ) condenó a la Rede Brasileira de Educação à Distância a pagar una indennización millonaria a los creadores de un software de educación, que fue distribuído a otras escuelas sin el pago de licencias.
Mas conocida como Instituto Universidade Virtual Brasileira (UVB), la Red Brasileña es una empresa que pertenece a diez fundaciones de universidades privadas, entre ellas Anhembi Morumbi, de São Paulo, y la Veiga de Almeida, de Rio de Janeiro.
Quien ganó la acción fue el fabricante de software Centro de Estrategia Operativa Propaganda y Publicidad (CEO). La empresa vendió el programa de educación a distancia para la Red Brasileña diez años atrás, por R$ 120 mil. Mas tarde, descubrió que el producto habia sido distribuído sin el pago debido, procesó al antiguo cliente, ganó en todos los tribunales y ahora deberá ser compensado. "Ya trabajé para casi todos los grandes bancos y nunca dejaron de pagarme. Fui perjudicado por instituciones de enseñanza", dijo Luis Barison,dueño entonces de CEO, empresa que no existe mas. Hoy, Barison es socio de Tabelião Digital, otra empresa del área de tecnologia de la información.
El valor de la indemnización será definido por la Justicia. Pero debe estar entre R$ 12 millones y R$ 51,6 millones - valores sin las correcciones por desvalorización monetaria ni intereses. Para realizar la cuenta, la Justicia precisa definir el número de copias ilegales distribuídas por la Red Brasileña, que puede llegar a 43, segun los abogados del buffeteo Lazzareschi, que defiende a CEO. La cantidad final será determinada por medio de perícia.
Multa. El valor de la indemnización va a arder, pero podia haber sido peor. La Justicia común había definido R$ 360 millones, cantidad despiés confirmada por el Tribunal de Justicia de São Paulo. Para llegar a este número, la justicia aplicó una regla que dice lo siguiente: cuando no es posible determinar el número de copias ilegales, el precio del software pirateado debe ser multiplicado por 3 mil. El STJ, sin embargo, entendió que es posible definir la cantidad de copias ilegales y mandou hacer un nuevo cálculo.
La pelea, ahora, será entre el lado que desea cobrar lo máximo posible y el que pretende desembolsar lo mínimo obligatorio. Por cuenta de eso, los números presentados por cada parte son tan diferentes. Contando la multa y corrección monetaria, los socios de CEO esperan cobrar más de R$ 150 millones, segun su abogado. Ya el abogado de la Red Brasileña, Fernando Ferreira Silva, del buffete MBSC, cree que puede todavía convencer a la Justicia de que fueron distribuídas apenas tres copias irregulares, lo que resultaria en el pago de una indemnización de cerca de R$ 5,3 millones.
La multa de la Red Brasileña fue agravada, segun la sentencia del STJ, porque además de distribuir copias sin autorización del fabricante, la empresa alteró la escena del crimen: el software comprado de CEO tenía un rastreador que fue inutilizado por un técnico de la Red Brasileña. Como castigo por lo que consideró "malicia", la Justicia mandó multiplicar el valor de la indemnización por diez.
Alerta. Fue el rastreador el que alertó a CEO sobre la distribución de copias sin autorización. En 2000, la empresa fue procurada por la Red Brasileña para desarrollar el tal software de enseñanza a distancia. Según Luis Barison, propietario de CEO, ellos combinaron que, si el producto funcionase, podria ser adquirido por las universidades socias de la Red Brasileña. Hizo hasta un presupuesto, pero los demás pedidos nunca llegaron.
"Había vendido un programa para ser usado en São Paulo. De repente, el rastreador comenzó a emitir señales de que el software estaba siendo usado en otros Estados, sin que nadie había pagado por eso", dice Barison. Buscada por él, la Red Brasileña afirmó que, por ser sus socias, las diez universidades también tenían el derecho de usar el software.
La CEO entonces descubrió que el software también habia sido distribuído a algunas otras empresas y podria estar siendo usado en una sociedad con una red de enseñanza de la Argentina, formada por 33 universidades que pasarian a explotar la enseñanza a distancia en aquél país. "No se cuántas copias hicieron ellos, porque apagaron el rastreador", dijo.
La Red Brasileña niega que la distribución haya llegado a tal alcance. "Ese número de 33 universidades de la Argentina jamás existió. La información surgió de una noticia sobre una sociedad de enseñanza entre la Red Brasileña y un grupo de universidades argentinas. La venta del software fue una conclusión de esa noticia", dice Fernando Ferreira Silva.
Barison dijo haber intentado un acuerdo durante dos años antes de recurrir a la Justicia. En los tribunales, la Red Brasileña llegó a argumentar que los programas distribuídos habían sido desarrollados por ella misma, pero, segun el STJ, no consiguió comprobarlo.
La Red Brasileña fue la primera institución de enseñanza superior virtual a recibir la autorización del Ministerio de Educación para funcionar. De las diez universidades que fundaron la empresa, cuatro están por salir de la sociedad. Las seis que continuan fueron preguntadas , para ampliar la información pero no se manifestaron. Hoy, la Red Brasileña tiene 500 alumnos en Belém y región.
"Hay pruebas frágiles en el proceso. Pero no creo en un cambio en la decisión. Lo que precisa ser hecho ahora es establecer el valor de la indemnización", dice Silva, abogado de la Red Brasileña. Para la defensa, los valores pedidos por la CEO son una exageración."El socio de CEO hizo de esta acción su razón de vida."Fuente "O Estado de São Paulo".
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