miércoles, 20 de octubre de 2010

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Fuente La Nación.

Otra docente fue expulsada de España

Una profesora salteña viajó becada para una maestría, pero fue retenida en el aeropuerto y enviada de regreso a Buenos Aires


Carlos Pastrana
Para LA NACION

SALTA.- Día tras día, se conocen nuevos casos de argentinos deportados en el aeropuerto de Barajas, cuando intentaban ingresar en España, incluso con todos sus papeles en orden. Ayer, Gilda Di Fonzo, docente de la Universidad Nacional de Salta que llegó a Madrid el 19 de septiembre pasado con una beca de tres meses para un máster y fue deportada en pocas horas, confirmó a LA NACION que había sido expulsada de aquel país, junto con una niña de 9 años. La pequeña había viajado desde Buenos Aires para visitar a su madre, radicada en España hace cuatro años, y sólo se pudieron ver a través de un vidrio.

"Lo que pretendo al dar a conocer esta situación es que, en el futuro, no sufran lo mismo otras personas, y que las autoridades argentinas y españolas acuerden medidas que terminen con la discriminación", dijo Di Fonzo a LA NACION, un día después de que la Cancillería argentina expresara al gobierno español su preocupación por la reiteración de hechos similares en Madrid.

El caso que desató la tensión diplomática fue el protagonizado por María Cecilia Tonón, una docente universitaria que había viajado invitada por la Universidad Complutense de Madrid para un intercambio de dos meses y que fue expulsada sin fundamentos, situación que le causó trastornos en su embarazo de tres meses, que luego perdió.

La contadora Di Fonzo también padeció un trato despectivo en Barajas. Docente de Contabilidad I de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Salta, viajó a España becada para cursar una maestría en Gestión Sostenible de Empresas y Productos de la Universidad Internacional de Andalucía.

Llegó el domingo 19 de septiembre; de nada sirvieron la certificación de la beca española, los 2000 euros que portaba en efectivo ni la tarjeta de crédito. También fueron infructuosas las llamadas telefónicas de su amiga Rosa Sángara desde Salta a la embajada argentina en España, a la universidad que le otorgó la beca y a la estación aérea madrileña, donde Di Fonzo estuvo detenida cuatro horas. Toda la documentación le fue incautada y sólo se la devolvieron en Ezeiza, a su regreso.

La contadora decidió hacer público su caso luego de leer la experiencia soportada por Tonón. Ante LA NACION, recordó que los inconvenientes surgieron en Barajas cuando le solicitaron la visa de estudiante, documento que no llevaba porque sólo se exige para viajes de más de 90 días. Ella permanecería del 20 de septiembre al 17 de diciembre. Según relató, compañeros de la maestría de otros países le comunicaron que nunca les plantearon las mismas exigencias, "lo que demuestra la actitud discriminatoria".

Arribó en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, a las 14, y, apenas constataron que no tenía la visa de estudiante -dijo-, dos policías la llevaron incomunicada a una habitación, donde estuvo con la niña y otra joven argentina que iba a Barcelona de vacaciones, dos brasileñas, un mexicano y un paraguayo.

Le asignaron una abogada gratuita, María Gallego Igea, que llegó alrededor de las 18, y luego de leer la documentación, le expresó que estaba "todo en regla, pero ya estaba ordenada la deportación". No obstante, la abogada presentó un recurso de alzada, en el que afirmó que hubo "una clara indefensión" de su defendida porque declaró ante el funcionario actuante de frontera sin asistencia letrada".

Y sostuvo: "No existe sospecha fundada que ponga en duda el carácter turístico del viaje (...), al constar como documento acreditativo el billete de ida y vuelta. La única sospecha es la nacionalidad: argentina. Por cuanto se ha expuesto, es evidente que la actuación de los miembros del puesto fronterizo es discrecional, arbitraria y contraria a derecho". Di Fonzo no descarta solicitar por vía judicial un resarcimiento, pues el viaje le costó 1800 dólares.

Ayer también se conoció el caso de Victoria Di Salvo, una rosarina de 58 años que trabaja como mucama en un hospital, que viajó a España la semana pasada para asistir al nacimiento de su nieta y quedarse por 90 días para ayudar a su hija tras el parto. Fue retenida en Barajas 43 horas y enviada a Buenos Aires porque no le creyeron que, siendo mucama en un hospital, tuviera una licencia laboral de tres meses.

CRONOLOGÍA

Domingo 19 de septiembre
Gilda Di Fonzo

  • Esta contadora y docente salteña viajó becada a España para una maestría de tres meses. No le permitieron ingresar por falta de visa de estudiante.

Domingo 10 de octubre
María Cecilia Tonón

  • Esta docente santafecina también viajó becada por la Universidad Complutense de Madrid y la expulsaron por no tener visa de estudiante.

Miércoles 13 de octubre
Victoria Di Salvo

  • Trabaja de mucama en un hospital de Rosario; viajó por 90 días para conocer a su nieto. No le creyeron que tuviera una licencia tan larga.
Fuente La Nación.



El consulado argentino habrá hecho algo????, supongo que no, el cónsul debe estar muy ocupado ayudando a vender la Argentina o andá a saber qué cosas importantes como , por ejemplo, que los de Telefónica sigan llevándosela en pala o algo así.....

Para esas cosas sirven los consulados argentinos en el Exterior....



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