lunes, 3 de enero de 2011

El "Samba Triste" de Ana de Hollanda, nueva Ministra de Cultura de Brasil

Ana de Hollanda que es cantante, compositora, actriz y varias cosas más , además de hermana de Chico Buarque, es la nueva Ministra de Cultura de Brasil.

Ana de Hollanda - Samba Triste


El tema es que es también reconocida por su postura a favor del status quo en el tema derechos de autor en Brasil. Sobre todo por apoyar al ECAD Escritorio Central de Arrecadação (Recaudación) de Derechos, el equivalente a SADAIC en la Argentina.

Según un artículo de "Carta Capital", de antes de asumir:

Ana de Hollanda dice que los derechos de autor precisan respetar los acuerdos internacionales

La futura ministra de Cultura dijo tampoco veo la posibilidad de someter el Ecad al ministerio

Por Isabela Vieira*

Rio de Janeiro – La futura ministra de Cultura Ana de Hollanda, dijo que evaluará las discusiones sobre derechos de autor que estaban siendo coordinadas por la cartera. Durante una entrevista en Rio de Janeiro, ella dijo que el tema es polêmico y que todas las decisiones en este âmbito precisan respetar los acuerdos internacionales.

La consulta pública sobre el anteproyecto de ley para la modernización de la ley recebió más de 8 mil manifestaciones y contribuciones y fue sometido a audiencias públicas en diversas ciudades.

“Vamos a tener que reveer todo. Para apuntar adonde hay problemas y lo que puede ser mejorado llamaré no sólo a personas de la sociedad, sino también juristas”.

Ana de Hollanda también habló sobre el Escritorio Central de Arrecadação y Distribuição (Ecad)(el SADAIC brasileño) y dijo que no ve ninguna posibilidad de someter el órgano al ministerio. Administrado por asociaciones de músicos, la institución es responsable por cobrar los derechos de autor y está en el centro de la discusión sobre la nueva política de derechos de autor. “Podemos si discutir temas del Ecad, pero no subordinarlo al gobierno”.

Con presupuesto anual en torno de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), siguiendo la orientación de la presidenta electa Dilma Rousseff, la nueva ministra también enfatizó que trabajará para buscar el apoyo en las empresas estatales en la tentativa de asegurar más proyectos en conjunto. Según ella, la cartera también quiere actuar con intersectorialidad. “La Cultura no es un apéndice del gobierno Dilma, no está desligado de los demás [ministerios]“, acrescentó.

La futura ministra dijo que todavía no eligió el equipo del ministerio, pero destacó que le gustaria volver a trabajar con Antônio Grassi ex-presidente de la Fundación Nacional de las Artes (Funarte) y que ocupa un cargo de gerencia en la TV Brasil.

Sobre su indicación para el cargo, la futura ministra, que es hermana del cantor y compositor Chico Buarque, dijo que fue elegida por su trabajo y no por ser hermana del artista.




Ante ésto comenzó a circular una Carta Abierta a la Ministra de Cultura:

Carta de representantes de la sociedad civil a la Presidente Dilma Roussef y a la Ministra de Cultura Ana Buarque de Hollanda


Nosotros, personas y organizaciones de la sociedad civil que firmamos a continuación, explicitamos en esta carta las expectativas y pautas relativas a la formulación de politicas públicas para la cultura, dándole la bienvenida a la Ministra Ana de Hollanda, primera mujer a ocupar el cargo.

Escribimos con el interés de cooperar con su gestión que se inicia, como venimos haciéndolo en los últimos ocho años de Ministerio de Cultura, convencidos de que la presidente Dilma desea que las políticas y directrices que hicieron que el MinC gane relevancia, proyección y amplio apoyo de la sociedad civil sean continuadas y expandidas.

A este respecto, la presidenta Dilma, así como el ex-presidente Lula, participaron activamente en los últimos años del Fórum Internacional Software Libre en Porto Alegre, adonde dejaron claro su política sobre internet, cultura digital y de los derechos de autor. [1]

En este contexto, en los últimos años, la sociedad civil tuvo la oportunidad de construir un importante trabajo junto al gobierno, que parte de una visión contemporánea para la formulación de políticas públicas para la cultura. Esta visión considera que en los últimos años, por causa del avance de las tecnologias de la información y de los programa de inclusión digital, un contingente de millones de nuevos creadores pasó a formar parte del tejido cultural brasileño. Son creadores que acceden a la red a través de las más de 100 mil lan-houses de todo el país, a través de los Puntos de Cultura u outros programas de inclusión digital, cada uno de ellos ejerciendo un papel determinante para la formación de la cultura del país.

Los Puntos de Cultura, el Foro de la Cultura Digital, el Foro de Medios Libre, el desarrollo de softwares libres, la iniciativa de revisión de la ley de derechos de autor, el rechazo a propuestas irracionales de criminalización de la red, la construcción del Marco Civil de Internet y el rechazo al ACTA [2], son ejemplos reconocidos de esa política inclusiva y enfocada hacía el presente, fundamentada en la garantia del derecho de acceso a la Red y al conocimiento, viabilizando un ambiente de producción cultural fértil e innovador.

Los puntos positivos de esta política han sido percibidos tanto en Brasil como en el exterior, donde el país ha ejercido lideranza en los intentos de alinear países en torno de la implementación de los puntos de la Agenda de Desarrollo, visando balancear el sistema internacional de propiedad intelectual de acuerdo con los diferentes niveles de desarrollo de los países y con las nuevas formas de producción cultural que las tecnologias hacen posibles. El país también ha sido frecuentemente citado en el escenario internacional [3] como referencia positiva sobre el uso de las tecnologias para la formulación colaborativa y democrática de políticas públicas en estas áreas.

Con el éxito, el país ha dado pasos sustanciale al considerar que las tecnologias de información y comunicación desarrolladas en los últimos años traen nuevos paradigmas para la producción y difusión del conocimiento, con los que las políticas públicas en el ámbito de la cultura deben necesariamente dialogar.

Vivimos un momento en que son muchos los intentos de cercenar la creatividad, a la abertura y a la neutralidad de internet. En Brasil, eso se manifiesta en la llamada “Ley Azeredo” (PL 84/99), así conocida por cuenta de su principal impulsor, el ex-Senador Eduardo Azeredo. Tal propuesta encontró relevante resistencia por parte de la sociedad civil. Apenas una petición alcanzó más de 160 mil firmas contrarias, lo que hizo con que su aprobación fuese debidamente suspendida y un debate mayor iniciado. [4]

Entendemos que la legislación de derechos de autor actualmente en vigor en Brasil es inadecuada para representar la pluralidad de intereses y prácticas que giran en torno de las economías intelectuales. [5] A este respecto, la ley brasileña adopta patrones exacerbados de protección, siendo significativamente más restrictiva que lo exigido por los tratados internacionales o incluso que la legislación de la mayor parte de los países desarrollados (como EUA y Europa). Con eso, ella representa hoy significativos nudos para la educación, innovación, desarrolloo y el acceso, justo o remunerado, a las obras intelectuales.

Existe también la necesidad de regulación del ECAD – entidad que recauda más de R$400 millones por año (unos 235 millones de dólares USA), en nombre de todos los músicos del país y cuyas actividades no están sujetas a ningún auditoría pública [6] Vale recordar que ECAD fue blancoo de Comisiones Parlamentarias de Investigacioness, así como se encuentra sobre investigación de la Secretaria de Derecho Económico, por sospecha de conducta lesiva a la competencia. Creemos que garantizar mayor transparencia y auditoría a su funcionamiento sólo traerá benefícios para toda la cadena de la música en el país, fortaleciendo al ECAD como institución y dificultando su captura por grupos particulares.

A este respecto, el MinC realizó un extensivo proceso de consulta pública para la reforma de la Ley de Derechos de Autor, que tuve curso a lo largo de los últimos anos, contando con seminarios y debates realizados en todo el país. Este proceso, concluído todavía en 2010, culminó con la consulta pública para la reforma de la Ley de Derechos de Autor, realizada oficialmente por la Casa Civil a través de internet.

Los resultados, tanto de los debates como de la consulta pública, s nriquísimos. [7] La sociedad brasileña tuvo la inédita oportunidad de participar y opinar sobre este tema, y fueron muchas las contribuciones fundamentadas, de gran peso. Tememos ahora que todo este proceso sea ignorado. O todavía, que la participación amplia y abierta de la sociedad sea sustituída por “comisiones de notables” o “juristas” responsables por dar su visión parcial sobre el tema. La sociedad brasileña y todos los que tuvieron la oportunidad de manifestarse a lo largo de los últimos años no pueden no deben ser sustituídos, menospreciados o ignorados. El proceso de reforma de la ley de derechos de autor debe seguir adelante con base en las opiniones ampliamente recibidas. Este es el deber republicano del Ministério de Cultura, independientemente de la opinión personal de aquellos que lo dirigen.

Los últimos años vieron un avance significativo en la asimilación por parte del Ministerio de Cultura de la importancia de la cultura digital. Este es un camino sin vuelta. Cada vez mas el ambiente digital será determinante e influyente, tanto desde el punto de vista creativo como económico, en la formación de la cultura. De esta forma, es fundamental que el Ministerio de Cultura esté capacitado y actuante para lidiar con temas como el software libre, los modelos de licenciamiento abiertos, la producción colaborativa del conocimiento, las nuevas economias derivadas de la digitalización de la música, de los libros y del audiovisual y así siguiendo. Mucho avance fue realizado en los últimos años. Y, todavía , hay mucho por hacer. Un cambio de dirección por parte del MinC implica perder todo el trabajo realizado, así como perder una oportunidad histórica de Brasil liderar, como viene liderando, esta discusión en el plan global. Mostrando caminos y alternativas racionales e innovadoras, sin miedo de innovar y sin se atar a la influencia de los modelos pregonados por la industria cultural de los Estados Unidos o Europa.

Por todo eso, confiamos que la Ministra de Cultura tendrá la sensibilidad de entender las transformaciones que la cultura sufrió en los últimos años. Y que viejas fórmulas no resolverán nuevos problemas.

Permanecemos a su disposición para dar continuidad a nuestra cooperación con el Ministerio de Cultura, en la seguridad de que podemos compartir nuestra visión y objetivos.

Referências:

[1] Dilma y Lula en FISL 2010: Cultura Digital, Software Libre, Ley Azeredo, Puntos de Cultura y Open Source! “En este gobierno es prohibido prohibir”

[2] Brasil rechaza acuerdo internacional sobre pirateria

[3] Gilberto Gil and the politics of music – New York Times

Puntos de Cultura en el exterior – CMI

[4] Por el veto al proyecto de cibercrimenes – En defensa de la libertad y del progreso del conocimiento en la Internet Brasileña

[5] Materiales de referencia sobre la Reforma de la Ley de Derecho de Autor – Red por la Reforma

[6] Informe de la Comisión Parlamentaria de Investigación del Ecad sugiere mayor control público de los derechos de autor

[7] Consulta Pública para la Modernización de la Ley de Derecho de Autor


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