lunes, 24 de enero de 2011
espectaculos Domingo, 23 de enero de 2011 CULTURA Explorar el mar de posibilidades
Lo que dice Altuna y otros autores argentinos sobre los editores.
Todo indica que si se produjera un cambio radical en el universo libresco, los escritores argentinos no perderían demasiado. Basta repasar la encuesta que hizo la revista El interpretador a más de cincuenta representantes de las letras locales (www.elinterpretador.net/34EncuestaAEscritoresArgentinosContemporaneos.html) para demostrarlo. Los testimonios ponen blanco sobre negro una verdad que los peces gordos del ramo no están dispuestos a modificar. Esto es, que prácticamente ninguno vive de lo que se le paga por su literatura. Más allá de los bordes, hay quien explora otros mares. Bubok.com, entre otras firmas, brinda servicios para autoeditarse con relativa facilidad. Y algunas figuras de renombre están abriendo sus propias brechas. Hernán Casciari, por citar un caso, acaba de poner en marcha la revista Orsai. Ya hay más de diez mil ejemplares en la calle, con distribución continental y con redactores que cobran por sus colaboraciones sin que eso se oponga a la posibilidad de bajar el contenido ingresando a Orsai.es. ¿El secreto? Su aspecto en papel es muy diferente al digital, y por ende los dos productos se retroalimentan.
Fuente Página 12.
Todo indica que si se produjera un cambio radical en el universo libresco, los escritores argentinos no perderían demasiado. Basta repasar la encuesta que hizo la revista El interpretador a más de cincuenta representantes de las letras locales (www.elinterpretador.net/34EncuestaAEscritoresArgentinosContemporaneos.html) para demostrarlo. Los testimonios ponen blanco sobre negro una verdad que los peces gordos del ramo no están dispuestos a modificar. Esto es, que prácticamente ninguno vive de lo que se le paga por su literatura. Más allá de los bordes, hay quien explora otros mares. Bubok.com, entre otras firmas, brinda servicios para autoeditarse con relativa facilidad. Y algunas figuras de renombre están abriendo sus propias brechas. Hernán Casciari, por citar un caso, acaba de poner en marcha la revista Orsai. Ya hay más de diez mil ejemplares en la calle, con distribución continental y con redactores que cobran por sus colaboraciones sin que eso se oponga a la posibilidad de bajar el contenido ingresando a Orsai.es. ¿El secreto? Su aspecto en papel es muy diferente al digital, y por ende los dos productos se retroalimentan.
Fuente Página 12.
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