Fuente La Nota Digital.
Diputado Solanas pretende revisar el uso del glifosato en zonas rurales
Publicado por La Nota Digital en 29 Abril 2009
Mediante un Proyecto de Ley presentado en la Cámara Baja, el diputado Raúl Solanas se hace eco de cientos de denuncias en todo el país y propone que “se suspenda en todo el territorio nacional por un plazo de seis (6) meses el uso y aplicación de glifosato”, para realizar un estudio científico y un dictamen consecuente, determinando “un órgano de control y seguimiento para la utilización de este herbicida utilizado en la agricultura”.El proyecto de Ley
(Enviado a nuestra redacción)
Mediante el presente Proyecto de Ley pretendemos que se suspenda en todo el territorio nacional por un plazo de seis (6) meses el uso y aplicación de glifosato, se pretende la creación de una Comisión conformada por el Ministerio de Salud, Ministerio de Ciencia y Tecnología e Invención Productiva, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a los efectos de realizar un dictamen sobre la prohibición o uso y aplicación del glifosato y por último que se determine un órgano de control y seguimiento para la utilización de este herbicida utilizado en la agricultura.
Para avanzar sobre los fundamentos tomamos textualmente dos informes que figuran en la página del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas CONICET relacionadas con los problemas que podría acarrear el uso del glifosato:
Recopilan casos de malformaciones en ecosistemas agrícolas
Investigadores de la UNL evidenciaron las malformaciones que produce el glifosato y la muerte de las células nerviosas que la cipermetrina provocaría en los anfibios. Ahora están por publicar la primera recopilación en Sudamérica sobre malformaciones en agroecosistemas.
Nuevamente se disparó el acalorado debate sobre los agroquímicos y sus efectos en la salud humana. La difusión de informes que relacionan la actividad rural con una mayor incidencia de cánceres y malformaciones: la disputa que incluye tanto la legislación vigente como su efectivo cumplimiento, o no: y, sumado también, el fantasma del dengue y la demanda social de fumigar para controlar la enfermedad: todo esto contribuye para que hoy los plaguicidas estén en el centro de la tormenta, otra vez.
Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) realizan evaluaciones ecotoxicológicas relativas a la incidencia de agroquímicos en las especies de anfibios regionales.
“En el caso del glifosato, hace 8 años hicimos uno de los primeros estudios en la Argentina que mostraba las malformaciones que podía producir sobre anfibios anuros, y algunos problemas en el sistema branquial, al actuar sobre el esqueleto en formación de estos animales”, detalló el Dr. Rafael Lajmanovich, docente e investigador de la UNL y el Conicet.
Las investigaciones también analizaron los efectos de otros insecticidas muy usados en el país: como la cipermetrina y el endosulfán. “Los anfibios expuestos a estas sustancias sufrieron apoptosis (muerte celular programada) de células nerviosas y genotoxicidad en células sanguíneas, respectivamente”, indicó el investigador.
Algunos compuestos fosforados también están siendo investigados en el Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL), pero de modo más reciente. “Estamos trabajando con algunas enzimas que son indicadoras y cuantifican la exposición a agroquímicos fosforados. En este caso estamos hallando distintas evidencias a nivel de campo porque encontramos animales cuyas enzimas están inhibidas. Esto indicaría que pueden estar potencialmente expuestos a plaguicidas fosforados”, continuó.
Dentro de esta misma línea de trabajo que surgió hace unos 15 años, los expertos reúnen información referida a malformaciones en agroecosistemas con el fin de publicar una recopilación al respecto, la primera en Sudamérica.
Los trabajos tuvieron lugar en la Escuela Superior de Sanidad de la UNL, el Instituto Nacional de Limnología (Inali) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y fueron desarrollados por la Dra. Paola Peltzer, Biol. Andrés Attademo, Bioq. Mariana Cabagna, Lic. Celina Junges y Agustín Bassó, bajo la dirección de Lajmanovich.
Del laboratorio al campo
Los anfibios son indicadores ambientales muy sensibles que están expuestos a diferentes tipos de sustancias. “Son animales que están en riesgo ecológico lo que quiere decir que tienen alta probabilidad de ponerse en contacto con sustancias químicas porque habitan en pequeños cuerpos de agua asociados o inmersos en sistemas agrícolas”, señaló Lajmanovich.
Pero a su vez, el investigador aclaró que el trabajo no trata sólo de evaluar el efecto que se puede llegar a obtener desde un ensayo de laboratorio “Después hay que tratar de buscar un correlato de ese efecto supuesto que uno logra en el laboratorio con una situación real a campo, eso es mucho más difícil”, explicó el investigador. Lo que se encuentra en el trabajo de campo es algún tipo de evidencia, pero es muy difícil de relacionar con un efecto de un agroquímico en particular. “Lo que uno hace en el laboratorio es una simulación, para poder tener un modelo de estudio de cuál sería el efecto que se produce, pero eso en la realidad no es tan así porque ningún producto actúa solo”, aclaró.
En el ambiente hay una sinergia tanto de compuestos como de factores ambientales -como puede ser el pH, distintos niveles de nitrógeno y otros- que hacen al ecosistema en su conjunto. “Es aventurado extrapolar ensayos de laboratorio a situaciones reales de campo. Pero si se debe, luego, interpretar cuáles son las tendencias tanto poblacionales como de la comunidad en su conjunto”, afirmó.
Aunque técnicamente es un ácido, se usa comúnmente en forma de sales, siendo la más común la sal isopropilamina (IPA) de N- (fosfonometil) glicina, o sal isopropilamina de glifosato, altamente soluble en agua y prácticamente insoluble en solventes orgánicos.
Su nombre comercial más conocido es el Roundup, del cual existen varias formulaciones, que se caracterizan por contener 480 g/l de sal IPA de glifosato y el surfactante POEA (polioxietil amina). Generalmente, esos surfactantes son los que confieren altas dosis de toxicidad.
Investigaciones han advertido que el surfactante Poea causa daño gastrointestinal y al sistema nervioso central, problemas respiratorios y destrucción de glóbulos rojos en humanos.
El principal metabolito en la degradación del glifosato en ambientes terrestres es el ácido aminometilfosfónico (Ampa), que es tóxico.
El glifosato puede contener cantidades de N-nitroso glifosato; este compuesto también puede formarse en el ambiente al combinarse con nitratos (presentes en saliva humana o fertilizantes). La mayoría de los compuestos N-nitroso son cancerígenos.
El formaldehído también es cancerígeno, y es producto de descomposición del glifosato. La agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha encontrado que exposiciones a residuos de glifosato en aguas de consumo humano por encima del límite máximo autorizado (0,7mg/l) pueden causar respiración acelerada, congestión pulmonar, daño renal y efectos en el sistema reproductivo humano…”
Alertan que el glifosato de la soja puede producir malformaciones
Pruebas en embriones de reptiles muestran consecuencias renales, entre otras.
Buenos Aires. El herbicida utilizado para la soja transgénica, principal cultivo de Argentina, puede producir malformaciones neuronales, intestinales y cardíacas, según una investigación científica divulgada ayer.
Si bien para el estudio sobre los efectos del glifosato se utilizaron embriones anfibios, los resultados “son totalmente comparables con los que sucederían con el desarrollo del embrión humano”, explicó Andrés Carrasco, microbiólogo y uno de los autores del trabajo, actualmente funcionario del Ministerio de Defensa de la Nación.
“Lo notable es que no hay estudios en embriones a nivel mundial y mucho menos inyectando glifosato en embriones”, aseguró Carrasco, quien también es investigador del Conicet y director del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires.
Las dosis de herbicida utilizadas para el estudio “estuvieron muy por debajo de los niveles que se usan en las fumigaciones, por lo que la situación es mucho más grave debido a que “el glifosato no se degrada”, sostuvo Carrasco.
En Argentina se utilizan anualmente entre 180 y 200 millones de litros de glifosato, desarrollado por la multinacional Monsanto.
Carrasco dijo que la investigación determinó que “el glifosato puro, en dosis menores a las usadas en fumigación, genera malformaciones” y que el químico “podría estar interfiriendo en algún mecanismo normal del desarrollo embrionario que tiene que ver con la forma en que las células se dividen y mueren”.
“Las empresas dicen que beber un vaso de glifosato es más sano que beber un vaso de leche, pero lo concreto es que nos han usado como conejillos de indias”, agregó.
Carrasco puso como ejemplo al barrio Ituzaingó de Córdoba –como ya lo hizo en su momento la presidenta Cristina Fernández de Kirchner–, donde, dijo, “en los últimos ocho años se constataron cerca de 300 casos de cáncer asociados a las fumigaciones con plaguicidas”.
En realidad, en Ituzaingó los estudios realizados no son concluyentes en cuanto al vínculo entre ciertas enfermedades con uno o varios de los contaminantes que han estado presentes en el barrio.
Carrasco reclamó normas muy estrictas para la fumigación –“que nadie cumple por ignorancia o avaricia”, sostuvo– y “un estudio serio” sobre los efectos del químico en las personas.
El investigador
El autor del estudio, Andrés Carrasco, es parte del equipo de la ministra de Defensa, Nilda Garré. Ocupa el cargo de subsecretario de Investigación Científica de Defensa. Entre 2000 y 2001, durante el gobierno de la Alianza, fue el presidente del Conicet. Tiene una larga trayectoria en el país y en el exterior…” (Fuente: sitio web del CONICET (http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/portal/listado_noticias.php?t=4)
A esto se suma las presentaciones que habría realizado la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (Aadeaa) en la que se inició un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se suspenda la comercialización, venta y aplicación del glifosato y del endosulfán (insecticida). Todo esto en función del estudio llevado a cabo por el Laboratorio de Embriología Molecular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires sobre el supuesto trastorno para la salud humana que produce el glifosato, el que transcribimos en los párrafos anteriores.
Ante esta realidad, es que creemos prioritario que se conforme una comisión integrada por los ministerios y las secretarías más relacionadas con la problemática, para que determinen el alcance de los daños emanados por el uso del herbicida mencionado, que pone en riesgo a todos los habitantes de la zona rural del país. Y estamos convencidos que por tratarse de la vida humana y de la fauna, es fundamental que se declare la suspensión del uso del glifosato, como prevención para que los daños no sigan avanzando. Seguramente con los trabajos realizados por los especialistas durante este tiempo, se podrá llegar a una conclusión más acertada de cuál es el riesgo real a lo que estamos expuestos y si existe alguna forma de seguir aplicando estos herbecidas reduciendo radicalmente los riesgos, tendrá que ser bajo un riguroso control.
Lo del órgano creado para formar una base de datos, directamente relacionado con la sanidad, es esencial para poder analizar en el futuro, si la aplicación del glifosato, no provoca efectos residuales que a largo plazo traen consecuencias corrosivas para la salud de los ciudadanos, para la fauna y para la flora.
Aclaramos que desde hace mucho tiempo estamos ocupados por los peligros que trae aparejado el uso y aplicación de los agroquímicos, y es por eso que como legislador de mi provincia recorrí zonas afectadas como ser Villa Urquiza y Mojones Norte, entre otras, en donde mediante entrevistas realizadas con los pobladores y algunos profesionales de salud, que atendían esas áreas afectadas, comprobamos como en los tiempos de fumigación se presentaban patologías como dermatitis, alergias, hepatopatías, etc. También hace ya varios años me reuní con el médico Dario Gianfelici de la ciudad de Cerrito, Entre Ríos, quien por su tarea profesional y por su voluntad solidaria había comenzado a realizar una importante tarea de detección, seguimiento y control de nuevas patologías vinculadas al uso de agroquímicos; además mantuve varias reuniones con el bioquímico Daniel Verzeñassi y el ingeniero Raúl Lerena Knop, quienes se han especializado y concretado estudios determinando los perjuicios para la salud y el medio ambiente. Por todos estos motivos y fundamentos organizamos en la Legislatura de Entre Ríos reuniones con asociaciones de productores, de ambientalistas y de organismos del Estado Nacional, Provincial y de los Municipios, de lo cual surgieron cursos para capacitación de aplicadores, ya que habíamos determinado el bajo conocimiento que los trabajadores del campo tenían al momento de manipular esas sustancias. Así mismo, realizamos acciones para prohibir la fumigación aérea y logramos que algunos municipios prohibieran la fumigación en zona aledañas al ejido urbano. Todo esto realizado desde la legislatura Provincial ente los años 1999 y 2005.
Además, en ese momento, pretendimos que las áreas competentes de la salud pública tomaran un rol esencial en el seguimiento, control y cura de esas nuevas patologías, ya que hasta ese momento esta problemática quedaba circunscripta a las áreas estatales vinculadas a la producción agrícola. Por ejemplo, esto no permitía que existieran estadísticas de las mismas en los hospitales y centros de salud del estado, algo similar ocurría en el sector privado.
Tenemos que tener en cuenta también, que detrás de todo esto, existe un trasfondo comercial de carácter internacional de los grandes laboratorios, que son los que seguramente mediante lobby no permiten que esto se aclare con la premura necesaria ante una situación tan grave como ésta, por eso nos llama mucho la atención que países como Alemania y Francia estén dudando de las propiedades de las transgénicas, y sostienen que no se ha logrado un notable aumento en los rendimientos a partir de la utilización de estas semillas de soja y maíz.
Podemos enumerar entre los proyectos presentados en la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos uno de Resolución sobre las Intoxicaciones Producidas por Agroquímicos, el Proyecto de Resolución para rechazar todo mecanismo de cobro por tecnología RR de parte de la empresa trasnacional Monsanto Co y toda forma de manipulación genética realizada por empresas multinacionales en el territorio nacional, el Proyecto de Ley para trasladar la responsabilidad a las empresas fabricantes y/o expendedoras de agroquímicos respecto del seguimiento y la recuperación de los envases que contienen dichos productos, en mismo el sentido presentamos una Resolución en la Comisión Parlamentaria Conjunta de la Región Centro y un Proyecto de Ley en esta Honorable Cámara de Diputados, Expediente: 1735-D-2008 (24/04/2008) CONTROL Y SEGUIMIENTO DE LOS ENVASES DE AGROQUIMICOS (REPRODUCCION DEL EXPEDIENTE 0840-D-06 - 21/03/2006).
También queda demostrado nuestra preocupación y seguimiento sobre esta problemática en los otros Proyectos de Ley que presentamos: Expediente: 1408-D-2009 (06/04/2009) PESTICIDA ENDOSULFAN: PROHIBIR SU PRODUCCION, TRANSPORTE, COMERCIALIZACION Y USO (REPRODUCCION DEL EXPEDIENTE 1404-D-07 – 11/04/2007), Expediente: 1635-D-2009 (15/04/2009) PROHIBIR EL CONSUMO DIRECTO DE LA SOJA TRANSGENICA: AUTORIDAD DE APLICACION, MINISTERIO DE SALUD; SECUESTRO Y DECOMISO POR INCUMPLIMIENTO (REPRODUCCION DEL EXPEDIENTE 1463-D-07 - 12/04/2007) y Expediente: 1478-D-2009 (07/04/2009) CREACION DEL PLAN DE EDUCACION EN EL EMPLEO, USO Y MANIPULACION DE PRODUCTOS AGROQUIMICOS (REPRODUCCION DEL EXPEDIENTE 4519-D-07 - 12/09/2007).
Por todo lo expuesto en estos fundamentos, esperamos que los Legisladores acompañen el presente Proyecto de Ley.
1 comentarios:
muy buena propuesta
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