martes, 21 de diciembre de 2010

Brasil: Tasa de licencia para compartir archivos, Richard Stallman


Si quieren leer la propuesta realizada por uno de los aportantes en los cambios de la Ley de Derechos de Autor en Brasil para legalizar el intercambio de archivos.

Una propuesta de Richard Stallman a la presidenta electa Dilma Rousseff:



Estimada presidenta electa Rousseff y ciudadanos de Brasil

En el debate brasileño sobre la ley de derecho de autor, se sugirió una mejoría importantísima: la libertad de intercambiar obras publicadas a cambio de una tasa cobrada a los usuarios de Internet a lo largo del tiempo. Reconocer que el intercambio de archivos vía Internet entre los ciudadanos es de gran utilidad a la sociedad será un gran adelanto, pero esa idea plantea una segundo tema: ¿cómo utilizar los fondos recaudados? Si se usan correctamente, esos fondos ofrecen la oportunidad de realizar un segundo adelanto muy importante, en apoyo a las artes.

Las editoriales suelen proponer el uso del dinero para "recompensar" a los "titulares de los derechos" -- dos malas ideas juntas. "Titulares de los derechos" es una forma disfrazada de destinar el dinero principalmente a las editoriales en vez de a los artistas. En cuanto a "recompensar", es un concepto inadecuado pues significa pagar por la realización de un trabajo, o resarcir a alguien por haberlo privado de algo. Ninguna de esas descripciones se aplica a la práctica del intercambio de archivos, ya que los oyentes y espectadores no contrataron a las editoriales ni a los artistas para realizar el trabajo, y el intercambio de copias no los priva de nada. (Cuando ellos alegan ser perjudicados, lo hacen en función de sus ambiciones.) Las editoriales utilizan el término "recompensar" como forma de presión para imponer a los demás su propria visión sobre el tema.

No hay necesidad de "recompensar" a nadie por el intercambio de archivos entre los ciudadanos, pero apoyar a los artistas es útil para el arte y para la sociedad. Si Brasil adopta un sistema de tasa de licencia para el intercambio, debe también idear un sistema para que los fondos sean distribuidos de modo tal que sirvan para apoyar a los artistas de forma eficiente. Poniendo en funcionamiento este sistema, los artistas se beneficiarán cuando las personas intercambien sus obras y se incentivará el intercambio.

¿Cuál es la forma eficiente de apoyar el arte con estos fondos?

En primer lugar, si el objetivo es apoyar a los artistas, no les de dinero a las editoriales. Apoyar a las editoriales no ayuda prácticamente en nada a los artistas. Por ejemplo, las grabadoras pagan a los músicos una pequeña parte o a veces nada del dinero que reciben por la venta de discos: los contratos de grabación de los músicos son minuciosamente diseñados para que los músicos no puedan cobrar su parte de la venta de discos hasta que se venda un tremendo número de copias. Si la recaudación de la tasa sobre intercambio de archivos es entregada a las grabadoras, esos fondos no llegarán a los músicos. Los contratos con escritores no son tan ultrajantes, pero incluso los autores de "best sellers" pueden cobrar poco. Lo que la sociedad necesita es apoyar mejor a estos artistas y autores.

Propongo, por lo tanto, distribuir los ingresos solamente entre los participantes creativos y garantizar, por ley, que las editoriales no puedan reclamar a los artistas el cobro de fondos ni descontarlos de lo que le deben al autor.

La tasa sería cobrada inicialmente por el proveedor del servicio de conexión a Internet. ¿Cómo llegará esa tasa al artista? Podría pasar por las manos de una agencia estatal; podría pasar por una entidad recaudadora, siempre y cuando estas entidades sean reformadas para permitir que cualquier grupo de artistas pueda iniciar la suya.

De cualquier manera, los artistas no pueden ser obligados a trabajar con las entidades recaudadoras ya existentes, pues éstas pueden tener reglas antisociales. Por ejemplo, en algunos países europeos las entidades recaudadoras prohíben que sus miembros publiquen cualquier cosa bajo licencias que permitan el intercambio (por ejemplo, usando cualquiera de las licencias "Creative Commons"). Si Brasil piensa utilizar esos ingresos para apoyar a los artistas, inclusive a los extranjeros, éstos no deben ser obligados a unirse a tales entidades recaudadoras para cobrar su parte de los fondos brasileños.

Cualquiera sea el circuito seguido por el dinero, ninguna de las instituciones en ese circuito (proveedor del servicio de conexión a Internet, agencia estatal o entidad recaudadora) puede estar autorizada para modificar los montos asignados a cada artista. Eso debe ser estrictamente definido mediante las reglas del sistema.

¿Pero cuáles deberán ser esas reglas? ¿Cuál es la mejor forma de adjudicar el dinero entre todos los participantes creativos?

El método más obvio es calcular la parte de cada artista en proporción directa a la popularidad de su obra. (La popularidad puede ser medida invitando a 100 mil personas elegidas al azar a proveer las listas de obras que han escuchado). En esto se basan generalmente las propuestas de "recompensar los titulares de los derechos". Pero ese método de distribución no es muy eficaz para promover el arte, pues una gran parte de los fondos iría para unos pocos artistas superestrellas, que ya son ricos o por lo menos gozan de una situación económica confortable, dejando así poco dinero residuo para apoyar a los artistas que realmente lo necesitan.

En lugar de ese método, propongo que se pague a cada artista según la raíz cúbica de su popularidad. Más precisamente, el sistema podría establecer la popularidad de cada obra, dividirla por los artistas de la obra para obtener un valor para cada artista, después calcular la raíz cúbica de ese resultado y determinar la parte que le corresponde a los artistas en proporción a estas raíces cúbicas.

El resultado de este método seria aumentar la parte che le toca a los artistas moderadamente famosos por medio de la reducción de la parte de las superestrellas. Cada superestrella seguiría recibiendo más de lo que recibe un artista menos famoso, inclusive varias veces más, pero no cientos o miles de veces más. Con este procedimiento, una determinada suma de dinero servirá para apoyar correctamente a un mayor número de artistas.

Promover el arte y la sutoria apoyando artistas y autores es el objetivo correcto de una tasa de licencia para el intercambio porque es el objetivo correcto de los propios derechos de autor.

Un último tema es si el sistema debe apoyar a autores y artistas extranjeros. Seria natural que Brasil exigiese reciprocidad a otras naciones como condición para apoyar a los autores y artistas ciudadanos de esos países, pero pienso que seria un error estratégico. La mejor forma de convencer a otros países a adoptar un plan como éste no es presionándolos por medio de sus artistas --éstos no sentirán la falta de esos pagos porque no están acostumbrados a recibirlos -- sino instruyendo a sus artistas sobre los méritos de este sistema. La manera de instruirlos es incluyéndolos en el sistema.

Otra opción es incluir a los artistas y autores extranjeros, pero reduciendo el pago a 1/10 cuando sus países no cooperasen recíprocamente. Imagine decirle a un autor: "Usted ha recibido $50 provenientes de la tasa brasileña de licencia para el intercambio. Si su país implementase una tasa semejante y tuviera un acuerdo recíproco con Brasil, usted habría cobrado ahora $500 provenientes de Brasil, que se sumarían a la cantidad recibida de su propio país."

Conozco uno de los posibles obstáculos a la adopción de este sistema en Brasil: Tratados de Libre Explotación como aquel que estableció la Organización Mundial de Comercio. Estos tratados están diseñados para hacer que los gobiernos actúen en beneficio de las empresas, no de los ciudadanos; son enemigos de la democracia y del bienestar de la mayoría de las personas. (Agradecemos a Lula por haber salvado a América del Sur del ALCA.) Algunos de esos tratados exigen "recompensa para los titulares de los derechos" como parte de su política general de favoritismo de las empresas.

Felizmente, este obstáculo se puede superar. Si Brasil estuviese obligado a pagar por el objetivo equivocado de "recompensar a los titulares de los derechos", puede de todas maneras adoptar el sistema presentado en las líneas anteriores. Veamos como.

El primer paso para poner fin a una dominación injusta es negar su legitimidad. Si Brasil fuese obligado a "recompensar a los titulares de los derechos de autor", debe denunciar esa imposición como equivocada y ceder temporalmente a ella. La denuncia podría ser incluida en el preámbulo de la misma ley, de la siguiente manera:

Considerando que Brasil desea incentivar la útil y beneficiosa práctica de intercambiar a través de Internet las obras publicadas;

Considerando que Brasil es obligado por la Organización Mundial del Comercio a pagar a los titulares de los derechos el rescate de tal libertad, a pesar de que ese dinero enriquecerá principalmente a las editoriales en vez de apoyar a los artistas y autores;

Considerando que, aparte de ese requisito impuesto, Brasil desea apoyar a artistas y autores de manera mucho más eficiente que el actual sistema de derechos de autor;

Entonces, después de establecer una tasa a los fines de la "recompensa", se establece una segunda tasa adicional (de valor igual o mayor) para apoyar a los autores y artistas. El plan de derroche y malversamiento de fondos destinado a la "recompensa" no debe ser un sustituto del plan útil y eficaz. Por lo tanto, impleméntese el plan útil y eficaz que apoya a los artistas directamente, pues eso es bueno para la sociedad, e impleméntese la "recompensa" exigida por la OMC, pero solamente mientras la OMC mantenga el poder de imponerla.

Esto iniciará la transición hacia un nuevo sistema de derechos de autor adecuado a la era de Internet.

Gracias por considerar estas sugerencias..


Fuente Stallman.org.


Copyright (c) 2010 Richard Stallman Verbatim copying and redistribution of this entire page are permitted provided this notice is preserved.

0 comentarios:

Publicar un comentario