sábado, 19 de septiembre de 2009

LA LEY HADOPI APROBADA, PERO YA OBSOLETA


Traducción de José Bustos enviado a la lista Librosgratis.
Fuente en francés Les Echos.fr.

Después de una saga de casi dos años, con muchas vueltas y revueltas, el proyecto de ley contra la descarga ilegal fue aprobado el martes por el Parlamento. Pero el texto, desde el punto de vista tecnológico, es ya obsoleto.



Validada el martes por los diputados, la ley no Hadopi no ha creado mucha preocupación entre los piratas. En principio, porque la saga de la ley contra la descarga ilegal, que comenzó hace casi dos años, aún no ha terminado el itinerario legislativo. Una comisión mixta paritaria integrada por siete senadores y siete diputados, validó este miércoles el texto aprobado por los diputados. Pero, esta versión final del proyecto debe ser ahora sometida a la última votación el 21 de septiembre en el Senado y el 22 en la Asamblea. Otra etapa a preveer es el depósito por los diputados Socialistas de un nuevo recurso ante el Consejo Constitucional, que ya había invalidado en junio la última parte del primer texto de esa Ley Hadopi. Una vez que los jueces se hayan pronunciado sobre esta nueva versión, habrá que esperar la publicación de la Ley, y la creación efectiva de la Alta Autoridad para la difusión de las obras y la protección de los derechos en Internet (Hadopi) a fin de poder comenzar el envío de mensajes de advertencia a los usuarios involucrados.

Pero, la mayor parte de los piratas, ya saben como eludir los límites impuestos por la ley. Es cierto que un texto sobre las nuevas tecnologías cuanto más demora en ser aprobado, más posibilidades tiene de ser obsoleto en el momento de su publicación. Con su itinerario sinuoso, Hadopi no escapa a la regla. Y no hace falta ser un experto informático para piratear hoy en día con toda tranquilidad. Con una simple búsqueda en Internet se puede encontrar, en algunos
segundos, todo tipo de medios, que son en su mayoría ilegales -hay que recordarlo-, para procurarse contenidos multimedias sin tener que pagar un alto precio, tanto en términos financieros como judiciales. Al dia siguiente de la aprobación de la Ley la consulta "en torno a Hadopi" obtienia en Google 58.700 respuestas. Entre las mejores clasificadas, los valores son explícitos: "10 antídotos contra Hadopi" "10 mejores consejos para burlar Hadopi" o "Bypass
Hadopi en 27 segundos".

Castigar a los diputados

Algunos sitios están alentando la "resistencia" haciendo vibrar de la fibra "ciudadana" del Internet. Esos sitios recomiendan contestar sistemáticamente las advertencias enviadas por Hadopi, o de recordar el nombre de los diputados que han votado por esa ley, cuando haya nuevas elecciones. Y, en particular, recomiendan "no tener miedo" puesto que, estadísticamente, es muy poco probable que reciban una advertencia de Hadopi. El blog Linuxmania ha hecho el calculo:

"sabiendo que al menos 5 millones de franceses utilizan el P2P regularmente, usted recibirá, en promedio, un email de advertencia cada 500 días, es decir, cada. 16 meses. Haciendo remarcar que "los contadores de HADOPI son puestos a Cero cada 6 meses", el bog concluye que no hay ninguna razón para preocuparse.

Otros sitios sugieren técnicas más radicales. Recuerdan que siempre es posible transferir el contenido multimedia entre amigos con un CD / DVD o un pequeño disco USB. Esto también es ilegal, pero no pasa a través de Internet. Otros sugieren descargar a través de la red Wi-Fi no protegida de algún vecino imprudente. De esta manera será la dirección IP del vecino la que será
identificada y declarada legalmente responsable de la piratería.

Además de estas prácticas poco sofisticadas, la red desborda de soluciones más tecnológicas para piratear con el espíritu ligero que hará soportables las inquietudes de la consciencia. Los sitios de "streaming" son especialmente apreciados. La difusión continuada de contenidos permite la lectura de flujos audios o de video a medida que son difundidos. Hay una descarga pero solamente temporaria y parcial. Los contenidos desaparecen a medida que son leídos y no
quedan en el disco duro de la computadora del internauta. La oferta en streaming es vasta, y los sitios se remuneran generalmente gracias a la publicidad que encuadra la secuencia que ha sido vista. Incluso los canales históricos de la televisión proponen una parte de sus programas en lectura continuada en sus sitios Internet.

Ocultar las direcciones IP

Otra opción: la "direct download", o descarga directa. Esta permite, como su nombre lo indica, descargar un archivo multimedia, pero a partir de un servidor central, dependiente de un sitio web que proponga contenidos, y no utilizando los ficheros de varios utilizadores, como es el caso en los sistema clásicos de "Peer to peer". La ventaja para el internauta es que su dirección IP es conocida únicamente por los administradores del sitio de descargas directas. Y, para acceder a esos sitios se debe primero formular una denuncia y llevar a cabo luego una investigación sobre el material informático del sitio. Ahora bien, esos sitios de descarga directa están domiciliados generalmente en el extranjero y, por consecuencia, fuera de la jurisdicción francesa.


Los piratas pueden también ocultar ellos mismos su propia identidad. Para ello, basta con pasar por un Proxy anónimo (o también vía un servidor VPN) que oculta la dirección IP del usuario con una dirección IP diferente, basada por lo general en el extranjero. El sitio web consultado ofrecerá entonces una identidad falsa, y no la verdadera. Algunos sistemas, de muy fácil acceso en Internet, ofrecen la posibilidad de confundir aun más las pistas de la descarga cambiando en permanencia y automáticamente falsas direcciones IP, mientras se cifran las comunicaciones impidiendo descubrir la naturaleza de la descarga (texto, imagen, video, audio.). Para resistir a la Ley Hadopi, aun el clásico Peer to peer se convierte también en un sistema más anónimo y más seguro.


Por último, algunos sitios ofrecen la posibilidad de obedecer a la letra a la nueva ley instalando un programa "espía" sur su computadora pero, separando la descarga con un segundo sistema de explotación, o guardando los contenidos pirateados en un segundo disco duro. Así, el programa espía no podrá detectar nada pues las eventuales prácticas fraudulentas del internauta se realizaran en otro espacio. Pero, la instalación de ese programa permitirá de contestar una
advertencia, enviado como prueba a la Hadopi el disco duro virgen de descargas.

La lista está lejos de ser exhaustiva, pero ilustra perfectamente el hecho de que la ley no habiendo sido aun promulgada ya es en gran medida obsoleta desde el punto de vista tecnológico. Ironía de la historia: las técnicas de piratage "seguro", reservado hasta hace poco a los profesionales de la informática, se han democratizado gracias al debate de la Ley Hadopi, provocando el efecto contrario al que se buscaba.

Sin embargo, más allá de las consideraciones tecnológicas, la cuestión fundamental resta intacta: ¿qué modelo económico para la venta en línea de contenidos multimedia? Un tema sobre el que deberá reflexionar la nueva comisión nombrada por el Ministro de Cultura Frédéric Mitterrand y confiada a Patrick Zelnik, presidente de la discográfica Naïve, Jacques Toubon y Guillaume Cerutti, presidente de Sotheby's France. Sus resultados se esperan para principios de noviembre.






Traducción : José Bustos





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