sábado, 11 de septiembre de 2010

Chubut-Para que no vuelva la fiebre del oro


Fuente Página 12
Desde la polémica por la mina de oro en Esquel, Chubut tiene una ley que prohíbe la minería, pero avanza un proyecto en el centro de la provincia. Asambleas socioambientales y comunidades indígenas marchan hoy para reclamar que no se concrete.

Por Darío Aranda

“La explotación minera no es la única alternativa de desarrollo. Todos estos años hemos vivido sin minería, hemos vivido de nuestro trabajo y animales. La explotación minera nos dejará más pobres”, explican con firmeza las comunidades originarias de la meseta de Chubut que hoy realizarán una marcha de antorchas por las calles de Gan Gan, en el centro geográfico de la provincia, donde la compañía canadiense Pan American Silver impulsa la extracción de plomo y plata, a pesar de la negativa de los pueblos originarios y una ley que prohíbe la actividad extractiva. También se movilizarán asambleas socioambientales y organizaciones sociales de los extremos de la provincia, cordillera y la costa este, que alertan sobre las consecuencias sociales y ambientales de la megaminería metalífera, con enormes consumos de agua, en la zona más pobre y desértica de la provincia.

En marzo de 2003, y luego de un proceso de movilización y consulta popular, la comunidad de Esquel rechazó la instalación de una mina de oro a diez kilómetros de la ciudad. Fue el puntapié para lograr que la Legislatura provincial sancionara la Ley 5001, que prohíbe en toda la provincia la minería metalífera a gran escala, con uso de sustancias tóxicas.

“Marcharemos hacia los pueblos de Gan Gan, Gastre, Lagunita Salada y Telsen, la meseta de Chubut, la región que el gobierno pretende declarar ‘zona de sacrificio’ para entregarla a las empresas mineras sin importar la tierra y el agua”, denunció el Foro Ambiental Social de la Patagonia (FASP), que anunció caravanas de vehículos que partirán desde la zona cordillerana (Esquel, Lago Puelo y El Bolsón) y también del Este (Puerto Madryn, Trelew, Rawson, y Comodoro Rivadavia).

El yacimiento Navidad es uno de los depósitos de plomo y plata más grandes del mundo aún sin explotar. En 2002 se detectaron reservas por 3000 millones de dólares, pero la última estimación, realizada por la empresa Aquiline Resource en 2008, fijaba un piso de minerales por diez mil millones de dólares.

A pesar de que Chubut y Río Negro cuentan con leyes que limitan la minería a gran escala, la compañía canadiense Pan American Silver adquirió en diciembre de 2009 dos yacimientos: Calcatreu (Río Negro) y Navidad. Compañía líder del sector, explota en Santa Cruz el yacimiento de oro Manantial Espejo y cuenta con otros seis proyectos en México, Perú y Bolivia. El gerente de Relaciones Institucionales para Argentina, Fernando Muratore, señaló que “la empresa respeta todas las leyes, no se avanzará mientras exista la prohibición” y confirmó que la etapa de factibilidad terminaría en el primer trimestre de 2011. “En cuanto el gobierno dé luz verde, no-

sotros arrancaremos con la construcción, es nuestra decisión y hemos invertido 600 millones de dólares para que el proyecto entre en producción”, afirmó Muratore, que prefirió no opinar sobre la posible derogación de la ley.

El Foro Ambiental y la Asamblea de Esquel acusan al gobernador, Mario Das Neves, de querer modificar la Ley 5001. Página/12 consultó al Ministerio de Ambiente de Chubut, pero prefirieron no referirse al tema.

Sí habló el director ejecutivo de la compañía, Geoff Burns, el 19 de agosto pasado. Brindó una conferencia de prensa en Canadá, luego de reunirse con Das Neves. “El gobierno provincial está completamente al tanto de nuestros progresos y solicitudes para el desarrollo del proyecto Navidad. Estoy absolutamente confiado en que la enmienda necesaria a la actual ley minera, que nos permitirá proseguir, será introducida antes de fines de este año”, sinceró.

En la meseta de Chubut viven desde hace más de cien años nueve comunidades indígenas que rechazan el avance minero sobre sus territorios. Cuentan con leyes específicas que le dan la legitimidad: el artículo 75 de la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT (pacto internacional al que Argentina suscribió) legislan sobre la obligación de “asegurar la participación indígena en la gestión de sus recursos naturales”.

El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) de Chubut realiza desde hace tres años un relevamiento anual sobre la situación del pueblo mapuche y tehuelche. “En la provincia se vulneran sistemáticamente los derechos de autodeterminación, participación y consentimiento previo, libre e informado, todos derechos que los Estados deben hacer respetar”, denunció.

“Muchos años vivimos sin minería y no vamos a dar el brazo a torcer. Vamos a defender la tierra”, advirtieron ayer en un comunicado conjunto las comunidades Laguna Fría, Los Pino y Mallín de los Cual y explicaron que Navidad pretende ser la primera de “una serie de mineras a instalarse”.

El 20 de mayo último las comunidades indígenas de la meseta se movilizaron hasta Rawson. Llevaban escrito su rechazo a la minería y su reclamo por el reconocimiento efectivo de las tierras que habitan desde hace generaciones. Ancianos y niños, hombres y mujeres, todos marcharon por las calles y esperaron siete horas frente a la casa de gobierno una entrevista con Das Neves, pero no fueron recibidos. Las nueve comunidades de la meseta difundieron una carta abierta: “Al gobernador y los legisladores les exigimos que respeten y hagan efectivos nuestros derechos. No permitiremos que invadan y contaminen nuestros territorios”.




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