lunes, 21 de marzo de 2011

Alerta, alerta, alerta que camina...Obama en Sudamérica



Fuente Suplemento Link, O Estado de São Paulo

¿Quién tiene miedo del cambio?

* Por Tatiana de Mello Dias y Rafael Cabral

Entre discursos, reuniones bilaterales y posibles acuerdos comerciales, un punto de la agenda de la comitiva estadounidense que acompaña a Barack Obama en su visita al País llama atención. El Secretario de Comercio de los EUA, Gary Locke, se reunió el viernes pasado, 18,con la ministra de Cultura, Ana de Hollanda. El pedido, en forma de “visita de cortesia”, partió del gobierno de Estados Unidos y tenía como pauta un tema caliente para el Ministerio a principio de 2011: propiedade intelectual.

La pauta oficial decía Año Interamericano de la Cultura y la Convención de la Unesco para la Diversidad. Pero, en el pedido de la embajada norteamericana (al que Link tuvo acceso), queda claro: el secretario de Comercio de los EUA queria hablar sobre derechos de autor. y es difícil discutir eso con Ana de Hollanda sin pasar por la Reforma de la Ley de Derechos de Autor. Marcia Regina Barbosa, la nueva responsable por el área en el Ministerio (lea entrevista a continuación), participó del encuentro y confirmó el tema: “Él sabe que estamos pasando por un proceso de reformulación del proyecto de ley y mencionó que se coloca a disposición para ayudar”.

Cuando Gilberto Gil asumió como ministro, en 2003, el Ministerio de Cultura (MinC) empezó a estrechar las relaciones con Creative Commons y adhirió no sólo a lalicença, usada a partir de ahi en sus proyectos, sino también a una visión maás flexible sobre el copyright. A partir de 2007, cuando el cargo pasó para el ex secretario ejecutivo Juca Ferreira, el MinC decidió remover el hormiguero y propuso la discusión sobre una revisión en la ley brasileña de derecho de autor que, si aprobada, crearia excepciones para el uso educacional y legalizaria el remix y copias privadas y no comerciales de obras protegidas.

El creador de Creative Commons, Lawrence Lesig, llegó a decir que, si los cambios fuesen adoptados, Brasil tendria la más moderna legislación del mundo en ese área. El texto del proyecto, resultado de las discusiones en el período, entró en consulta pública en internet en 2010 y la versión final fue mandada para la Casa Civil al final del gobierno anterior. Pero, ahora, con la cartera bajo el comando de Ana de Hollanda, probablemente pasará por nuevos cambios.

Desde el principio del mandato de la compositora, el MinC tomó la dirección contraria. Ya en enero, la ministra desvinculó el logo Creative Commons del contenido del site e hizo elogios al Escritório Nacional de Arrecadación (Ecad, el SADAIC brasileño), criticado por la falta de transparencia en la distribución de derechos de autor de música y principal adversário de la reforma, que crearia un organismo gobernamental para fiscalizarlo. en entrevistas, a pesar de afirmar que todavía no había leído el texto, Ana dejó claro que compartía los mismos puntos de vista de las entidades que tanto se opusieron a él.

El equipoo que estaba con la reforma salió del Ministerio. La Directoria de Derechos Intelectuales fue ocupada por Marcia Regina Barbosa, que integró el Consejo Nacional de Derecho de Autor (CNDA) y escribió un articulo con el abogado Hidelbrando Pontes, conocido defensor del copyright y ligado al Ecad.
“Ganamos la guerra, puede estar totalmente seguro”, garantiza Roberto Mello, presidente de la Asociación Brasileña de los Músicos (Abramus), un opositor de la política anterior del Ministerio que se dice “bastante satisfecho”con la nueva gestión. “Puede olvidarse de esos activistas que están protestando, ellos no existen. Quitamos a todo el aparato del Ministerio”, afirma.

Ruptura. Lo que todavía se discute es el porqué de un cambio tan radical en un gobierno de continuidad. “Se ha hecho mucha presión para que Brasil adopte una linea más amigable a los intereses de los EUA y para que siga sus recomendaciones en relación a los derechos de autor. La elección de Ana de Hollanda y sus primeras acciones en ese aspecto reflejan eso”, afirma el sociólogo Joe Karaganis, investigador del Social Science Research Council que gerenció un estudo de tres años sobre la pirateria en países emergentes.

Con los norteaamericanos insatisfechos, Brasil podria empezar a sufrir represalias comerciales. Por eso, el nuevo MinC habria decidido alinearse a la cartilla de los grandes conglomerados de la música y del cine. “Las pequeñas acciones de la ministra apuntan basicamente a la realización de la agenda de la industria cultural”, afirma Pablo Ortellado, del Grupo de Políticas Públicas para el Acceso a la Información de la USP.

Lo que Ana de Hollanda está haciendo – y diciendo – va en la dirección de lo que quiere la Alianza Internacional de la Propiedad Intelectual (IIPA, en la sigla en inglés), entidad que reúne organimos como MPAA, asociación que representa a los estudios cinematográficos, y a RIAA, representante del mercado fonográfico.
En el informe divulgado la semana pasada, la asociación recomienda que el País endurezca la legislación antipirateria. Brasil fue clasificado como uno de los 40 países del mundo a “prestarle atención”. La entidad dice que la flexibilización de la legislación es “inconsistente con un equilíbrio viable entre protecciones y excepciones”, además de “innecesaria”.

El estudio podria ser sólo un retrato de lo que son los países en la visión de las industrias que combaten el intercambio de archivos y copias ilegales, pero su importancia es mucho mayor y tiene que ver incluso con la visita de Gary Locke a Ana de Hollanda el último viernes.

IIPA envia la información a la Oficina de Comercio, que las usa en la elaboración del Special 301, una lista anual de los países que no colaboran con la propiedad intelectual y que es usada como presión en acuerdos comerciales bilaterales. Los EUA tienen un mecanismo para ayudar países en desarrollo con la excepción de impuestos a la exportación de productos, pero engancha al benefício justamente a la forma como ellos cuidan de los derechos de autor. Si no los cuidan pierde el beneficio.

Ortellado teme que, por miedo, el gobierno brasileño siga fielmente las recomendaciones de la industria y evolucione a políticas represoras como la del “three strikes”, que permite el retiro de contenido o incluso la suspensión de la conexión de usuarios acusados de infracciones de copyright. El escenario catastrófico no se anuncia todavía, pero el investigador ya arriesga un punto final al menos para el proyecto formulado el año pasado: “La ministra se va a sentar encima de la reforma. La posición de la industria es no cambiar la ley”.

Fuente Suplemento Link, O Estado de São Paulo

En el blog de Beatriz Busaniche sobre las posibles represalias por no proteger los derechos de autor con el informe de IIPA dice:

"El informe 301 no tiene ningún sentido, más que en materia de propaganda. Lamentablemente, el lobby funciona y el informe se usa regularmente para presionar a los países para que adapten sus políticas de propiedad intelectual a lo que EEUU y sus corporaciones del conocimiento desean.

El informe que publica La Nación hoy indica que si se producen las temidas sanciones, Argentina perdería “más de 20 millones de dólares al año en beneficios comerciales”. Nada dice sobre lo que perdería Argentina si efectivamente cede a la presión. La Nación tampoco dice que las sanciones unilaterales no son posibles porque el tema ya está resuelto en el marco de la OMC.

En un panel iniciado por la Unión Europea contra los EEUU por el informe 301, la OMC resolvió que en tanto el informe sólo sirva como referencia para los EEUU no hay inconveniente. El panel decidió no castigar a EEUU solo porque ese país se comprometió a “no aplicar sanciones unilaterales basadas en el Reporte 301″4. Es decir EEUU no puede sancionar a otro miembro de la OMC en base a su reporte 301. Si lo hace, será punible por el sistema de resolución de controversias de la Organización comercial. Aún así, el informe ha sido usado para atacar políticas públicas perfectamente admisibles en el marco de los ADPIC."

Y concluye:

"Es un acto de irresponsabilidad enorme promover la agenda de propiedad intelectual de EEUU en los medios, sin medir las consecuencias de tales presiones sobre nuestra ciudadanía.

Argentina debe y puede mantener su soberanía en materia de políticas públicas vinculadas a patentes, copyright, marcas y otras regulaciones sobre monopolios del conocimiento y no ceder a la presión de los EEUU y los medios que reproducen su mensaje. Los temas vinculados son lo suficientemente importantes como para ceder sin siquiera considerar las opciones: hablamos de aspectos de salud pública, acceso a medicamentos, desarrollo de genéricos, acceso y producción de alimentos, acceso a la cultura y derecho a la educación. Todos estos aspectos entran en la agenda de la propiedad intelectual, que pone en riesgo los derechos sociales, económicos y culturales de nuestros países"






Pareciera que Brasil con Dilma Roussef y Ana de Hollanda está cediendo a las presiones de USA.



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