martes, 10 de agosto de 2010

Cuando son las personas las que quiebran algunas "verdades"

El dilema sobre ejecutivo de la industria del tabaco que denunció los males que producía fumar.

Trailer de la película "The Insider", en español se llamó El Dilema


El soplo que deshizo la elegante cortina de humo en torno a las actrices de Hollywood, pubs británicos, casas de jazz de Nueva York y otros lugares en donde se prohibió el cigarrillo salió de los pulmones de Jeffrey Wigand, ex vicepresidente de investigación del conglomerado de tabaco Brown & Williamson (B&W) subsidiaria de British American Tobacco, que osó desafiar al poderoso lobby de la industria de cigarrillos en los Estados Unidos, Wigand es el protagonista real de El Dilema.

Su historia rindió la producción cinematográfica dirigida por Michael Mann, 21 premios y siete nominaciones para el Oscar incluyendo la de mejor actor para Russel Crowe , que vivió en la pantalla al Wigand real. Un guión que involucraba pseudónimos, escuchas telefónicas, amenazas de muerte, fabricación de pruebas y otros fraudes que llevaron a los siete magnates del tabaco (conocidos como los"Siete Enanos") al banquillo de los acusados por primera vez.

El Dilema o El Informante también, retrata el drama moral del científico que ganaba más de 300 mil dólares por año hasta la delación que hizo públicos documentos secretos de la industria del tabaco. Su testimonio probó que los jefes del tabaco conocían, hacía mucho, los daños que producía el cigarrillo a la salud y eligieron callarse, dejando morir a sus clientes. El mundo no sabía el efecto adictivo de la nicotina o el potencial cancerígeno de substancias adicionadas al cigarrillo, negados en el Congreso por ejecutivos del tabaco.
"Ellos lo sabían"!!Los mentirosos sabían desde los años 1950"!!, exclama Wigand, desde las oficinas en Mount Pleasant, Missisipi. Al quebrar el secreto al que estaba obligado por B&W y ser despedido, en 1993, Wigand abrió un precedente sin igual en la lucha contra el tabaco.

Los documentos revelados por él apuntaban al uso de sustancias tóxicas, entre ellas amoníaco, para aumentar la eficacia adictiva de la nicotina. B&W enviaba semillas "súpernicotinadas", prohíbidas en EUA, para ser cultivadas en Brasil. Wigand listó más de 600 adictivos, algunos aparentemente inofensivos para enmascarar el sabor del cigarrillo y los efectos desagradables del humo.

El científico puso en jaque a la independencia de la prensa estadounidense frente al poderoso lobby de las corporaciones al revelar lo que sabía al productor Lowell Bergman, de 60 Minutes, entonces el más prestigioso programa periodístico de la televisión. Vivido por Al Pacino en el cine., el perspicaz Bergman desafió a la dirección de la CBS en favor de Wigand. Pero sólo una parte editada de la entrevista fue al aire: la que colocaba a Wigand como un loser.

Hasta que los ducmentos fueron "misteriosamente" filtrados al Wall Street Journal y The New York Times, exponiendo no sólo a la industria del tabaco sino a la emisora en el mayor escándalo de los medios estadounidenses desde Watergate. La CBS se vió obligada a transmitir la entrevista completa, vista por 30 millones de espectadores. La historia es contada por el mismo Bergman, hoy profesor de la Universidad de California.

El testimonio de Wigand, en el proceso abierto por el procurador general de Missisipi, Michael Moore, es acatado por 45 Estados y le costó a la industria u$s206.000 millones en indemnización al gobierno por gastos con tratamiento de enfermedades relacionadas con el humo llevó a la FDA a reveer la lista de sustancias prohíbidas. El candidato a la reelección Bill Clinton adoptó la bandera del antitabaco.

Desde Estados Unidos a Hong Kong, pasando por Brasil, Canadá, Cuba, Inglaterra, Irlanda, Israel, Italia, Noruega, Suecia, el mundo creó formas para reducir el consumo y prohibió al cigarrillo en lugares públicos. Wigand fue el mentor de gran parte de las medidas y consultor de gobiernos en la reglamentación de las leyes.

Generación "Smoke Free": La industria sobrevive al sustituir a fumadores que tienen que dejar de hacerlo, por las enfermedades o muerte. El objetivo es potencializar la nicotina y enviciar más, ganar a los consumidores jóvenes más temprano y mantenerlos por más tiempo. Ellos usan la menta para hacer al cigarrillo más atrayente para los niños. Gastan miles de millones para convencer a muchachas que el fumar adelgaza y a los chicos que el cigarrillo los hace parecer más maduros. Los jóvenes precisan saber que están siendo manipulados.

de una nota de Adriana Carranca.


Uno piensa que no hace tanto tiempo que cambió la mentalidad con respecto al cigarrillo. Hasta no hace mucho tiempo , 25 años, no era tan mal visto fumar. Cuando miro películas antiguas me llama la atención ver a personas fumando en el lugar de trabajo. Hoy es algo casi impensable.

Tal vez dentro de poco aquellas cosas que nos hacen mal y que impactan en nuestra vida cotidiana como los transgénicos tengan la misma calificación que el cigarrillo hoy...¿Quién sabe?



2 comentarios:

Anahí dijo...

Acá se llamó EL Informante, si mal no recuerdo. Excelente película, sobretodo por lo bien contada que está a partir de una historia bastante chiquita.
Me enamoré de Al Pacino... =P
Slds.

Eduardo dijo...

Ahí lo aclaro entonces, en el enlace de descarga figura como "El Informante", el glifosato de mañana cae mal...:-)

Saludos y gracias por avisar.

Eduardo.

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