domingo, 17 de enero de 2010

Los cines de arte modifican mucho más a un barrio que un shopping


Es una tesis presentada en la Universidad de São Paulo (USP).

La USP tiene sus tesis on line para que puedan ser conocidas por todos, no tenemos ni idea de qué tesis se realizan en la Universidad de Buenos Aires, por ejemplo, cuando la pagamos entre todos...
Acá encuentran a la biblioteca de tesis.

Resumen de la tesis:

Loss cines de arte, como los de la región de la Av. Paulista, causan mayores transformaciones físicas y sociales en el espacio urbano que las grandes redes instaladas en los shoppings centers. En la ciudad de São Paulo, estas salas de exhibición representab 11% de las butacas y poseen programación regular. Diferente de los multiplex (localizados en los shoppings), los cines de arte se instalan en vias públicas, galerias y espacios culturales y sus salas no son estandarizadas así como sus logos, exhibiendo lanzamientos norte americanos independientes, europeos, asiáticos, sudamericanos, entre otros.

El geógrafo Eduardo Baider Stefani realizó un levantamiento de las salas de cine de la ciudad para entender como ellas están distribuídas espacialmente y cuáles son las repercusiones sociales de esa distribución en el espacio urbano. “Procuré entender como un determinado tipo de cine crea un determinado tipo de público y como los diferentes públicos modifican el espacio urbano”, explica.

Para su investigación de maestrado “La geografia de los cines en el ocio paulistano contemporáneo: redes y territorialidades de los cines de arte y multiplex”, presentada en la Facultad de Filosofia, Letras y Ciencias Humanas (FFLCH) de la USP y orientada por el profesor Julio César Suzuki, Baider recurrió a la bibliografia y a las guías semanales de diariosj. También realizó entrevistas de campo, de carácter cualitativo, con frecuentadores de los diversos tipos de cine. Las preguntas abordaron las características de los públicos y los motivos de la eleccións de los cines, entre otras.

Multiplex y Artes
Baider identificó dos grandes grupos de cine, relacionados a la cantidad y tipo de público, con respecto a las películas exhibidas, entre otras: los cines Multiplex y los, ya citados, cines de arte.

Los multiplex representan 85% de las salas de la ciudad. Para el investigador, ellos son el resultado de la transformación del cine como ocio. En los años 1950 y 1960, las películas eran productos genéricos, exhibidos en salas con 1.500 a 2.000 lugares y atrayendo a todo tipo de público. “El multiplex surge, a fines de los años 1980, cuando la industria cinematográfica comienza a crear productos para públicos específicos” explica. “Ellos poseen salas menores y estandarizadas, con 150 a 400 lugares y están dispuestos, preponderantemente, en Shoppings Centers”.

A partir de las entrevistas, Baider observó que los frecuentadores de los multiplex utilizan el espacio del shopping de manera más temporaria y menos permanente y sólida. Éste queda limitado a un espacio urbano cercado y controlado por las reglas del shopping. “Este frecuentador ve al cine como un plazer. Cuando él cambia de amistades, de novia, de tipo de entretenimiento, por ejemplo, también cambia de cine” evalúa Baider.

Ya el frecuentador de cine de arte está más preocupado con el contenido de la película, y no con las tecnologias de las salas de exhibición. “El espectador, en este caso, ve al producto fílmico, no como un simple entretenimiento, sino como una forma de adquirir cultura. Se propone consumir la película como un plazer activo”, analiza el investigador.

Diferentes interferencias urbanas
Los cines de arte propician transformaciones urbanas más intensas, sólidas y perceptibles que los multiplex. “Por ejemplo, tenemos una territorialidad de cines de arte y sus frecuentadores en el área de la avenida Paulista, que fue fomentada cuando el mercado percibió la movimentación de frecuentadores en función de los primeros cines de arte, como el Espacio Unibanco, el HSBC y otros. A partir de ahí, nuevos cines fueron instalándose y consolidando a la escena alternativa de la región”, analiza Baider.

Para Baider, este circuito alternativo sólo es posible debido a la imponencia espacio-social de São Paulo, que tiene la capacidad de fomentar diversos tipos de público y crear un circuito de cines de arte y diversos otros ocios relacionados. Lo mismo no ocurre en ciudades menores, que poseen pocos cines de arte.

Expansión de las grandes redes
Según el investigador, los multiplex pertenecen a pocas redes de exhibición, que intentan mapear el espacio de la cuidad para obtener la mayor ganancia posible. “Los primeros multiplex se instalaron en shoppings del centro expandido. Hoy, la región central ya es un espacio muy mapeado, y la expansión se da ahora en shoppings de la periferia, como Itaquera y Aricanduva”, relata el investigador.

“Seria interesante pensar en políticas públicas a partir de instalaciones de equipos culturales que tuvieeran como objetivo la valorización del espacio urbano. Es lo que, más o menos, ya sucedea con el centro tradicional, con el Centro Cultural del Banco do Brasil, Centro Cultural de la Caixa, con la revitalización del Cine Olido, del Cine Marabá, entre otros”, dice el investigador.

Más información: (00 55 11) 9510-6352 o email baider@usp.br Este endereço de e-mail está protegido contra spambots. Você deve habilitar o JavaScript para visualizá-lo. , con el investigador Eduardo Baider Stefani


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