Proto Manifiesto :
Una nueva iniciativa de Ley de "compensación por copia privada" está siendo impulsada en Argentina desde el pasado 29 de junio, que establece un canon para todos los dispositivos digitales y soportes que permitan almacenar y copiar obras musicales y audiovisuales, a la vez que establece el derecho a utilizar esos dispositivos para realizar una (y sólo una!) copia privada --es decir dentro de nuestro ámbito personal-- de obras adquiridas legítimamente. Como "compensación" de ese derecho instituye un "canon digital" que llega al 75% del precio de ventas para los CD y DVD. Para explicarlo con algunos ejemplos concretos: la "copia privada" es el derecho de copiar un cd adquirido legalmente, para disponer de una copia en casa y otra en el auto (y no comprar dos veces el mismo CD), o pasarlo a formato comprimido para escucharlo en un reproductor MP3 (en vez de volver a comprarlo en una tienda virtual). En ningún caso el proyecto "legaliza" la posibilidad de compartir una obra públicamente en internet, o entregársela a un tercero. Como autores y artistas queremos expresar nuestro profundo desacuerdo con este proyecto. En primer lugar, porque los artistas no vivimos por fuera del resto de la sociedad: también somos consumidores y tendremos que pagar el canon. En la medida que los entornos digitales se han vuelto espacios habituales para la producción de todo tipo de obras, la necesidad de acceder a estos dispositivos, para muchos de nosotros, es crucial en la tarea creativa. El encarecimiento de los mismos, claramente, nos resulta perjuicial. Por otro lado, difícilmente veremos alguna vez los beneficios: es un muy reducido grupo de artistas el que financia su producción a partir del cobro de regalías. A pesar de tener amplia visibilidad, ocupan un nicho muy acotado si tomamos en cuenta el amplio y diverso abanico de prácticas artísticas de nuestro tiempo. Además, resulta injusto el cobro de gravámenes a dispositivos que tienen infinidad de usos, educativos, familiares, laborales, etc. que no afectan de ninguna forma derechos de terceros. En segundo lugar, tal como dijimos al comienzo, aunque el proyecto no se refiera al intercambio de archivos o las descargas de internet, sus impulsores aluden permanentemente a esta realidad y la señalan como fuente de perjuicios para los artistas. Queremos remarcar que no todos los artistas vemos como algo negativo la posibilidad de que nuestras obras puedan ser masivamente copiadas y distribuidas por internet. El uso de licencias Creative Commons posibilita compatibilizar la protección de nuestros derechos como autores, y la forma en que nuestras obras circulan por la red, o incluso son remezcladas por otros artistas o el público. Forma parte del entramado de la producción cultural de nuestra época y sentimos que esta dinámica nos favorece: son mecanismos de distribución y promoción para nuestras obras sin necesidad de intermediarios. Y como autores, somos los primeros en beneficiarnos del acceso libre al acervo cultural en internet. No estamos de acuerdo con las leyes que castigan, estigmatizan o limitan la práctica de compartir cultura y la capacidad tecnológica de producir copias ilimitadas, con la excusa de una supuesta defensa de los intereses de los autores. Nosotros en cambio, vemos allí sólo beneficios: beneficios para la sociedad en su conjunto, y beneficios para los autores y artistas.
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