jueves, 18 de noviembre de 2010

Smashing Pumpkins-“Las discográficas ya no tienen el poder”

Smashing Pumpkins - Cherub Rock


Leído en "Derecho a Leer"

En Tiempo Argentino

“Las discográficas ya no tienen el poder”


A 12 años de su primera visita al país, mañana abrirá el Hot Festival una banda crucial en la historia del estilo grunge que revolucionó el rock en los ’90.

A pesar de haberse formado en la ciudad de Chicago, el grupo Smashing Pumpkins está íntimamente relacionado con el movimiento grunge que nació en Seattle, con exponentes como Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden. Pero la relación no es casual, ya que los une el furor por el rock alternativo estadounidense que explotó a principios de los años noventa.


Y no se trata de una banda de culto para una minoría, sino una de las más exitosas y vendedoras de aquella época, con más de 30 millones de copias vendidas de obras claves como Siamese Dream (1993) y Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995), que hacen honor al lugar común de describirlas como la banda de sonido de una generación.

Billy Corgan no sólo es el líder de Smashing Pumpkins, sino el amo y señor del concepto, único compositor de las canciones, y cantante por excelencia. Su férreo control autoritario desembocó en una separación en 2000, la creación de la breve banda Zwan en 2001, un proyecto solista con libro de poesías incluido, y la reunión de su banda más emblemática en 2006. Es famoso por no dar entrevistas y, de hecho, pasó casi diez años entre sus últimos dos reportajes para la prestigiosa revista Rolling Stone. Días antes de su regreso a la Argentina, a 12 años de una actuación legendaria en Parque Sarmiento, llamó a la redacción de Tiempo Argentino para hablar de sus proyectos actuales.

−Ante todo, ¿cómo es la lista de temas de la gira actual?
−El repertorio abarca muchas épocas en la historia de la banda. Por lo que estuve leyendo, al público le gusta mucho la lista de temas de esta Reunion Tour.

–Tu último disco es Teargarden by Kaleidyscope, que se puede descargar gratis por Internet. ¿Por qué elegiste este sistema?

–Es una obra con 44 temas que van saliendo periódicamente, para descargar y en ediciones limitadas en formato EP. Lo que me pasa es que ya no creo en los álbumes. No quiero vivir en función del resultado de una canción en un simple, así que quise encontrar una manera que me viniera bien y que mantuviera vivo el entusiasmo. Evidentemente, hacer música hoy es un viaje muy distinto al que empecé hace 22 años. Las posibilidades son ilimitadas y quise mostrar a los fans que se puede subir el piso del nivel de calidad y desafío.

–¿Tomaron esta decisión por las descargas ilegales en mp3?
–No creo que el problema sea el cambio de formato, porque la gente puede comer helados en su casa o en una heladería. El problema es que las compañías discográficas les siguen diciendo a los músicos de 20 años que los pueden convertir en estrellas. ¡Y no es así! Fijate el caso de Lady Gaga: ella se inventó sola, sin ninguna discográfica. Los sellos discográficos ya no tienen el poder. Hay mucho auge del lado de los videojuegos y los celulares, y ahora quieren que la música sea para ese uso, en vez de ser sofisticados y estar a la vanguardia.

–¿Cuándo te decepcionaste o diste cuenta de esto?
–Me di cuenta hace diez años que toda la industria era una mierda, pero no sabía qué hacer ni cuáles eran las opciones. Ellos son los culpables de la partida de gente como Prince, que hace rato que abandonó la industria y encontró su propia manera de hacer las cosas. Y ahora es muy tarde: ya no pueden controlar nada.

–¿Ya tenías este plan cuando decidiste reunir a la banda?
–No. La reunión fue en el 2006, y llegué a este plan más adelante. Creo que en una carrera artística hay que tomar riesgos.

–Muchos dicen que el futuro de la música está en los shows y no en la venta de discos. ¿Es así?
–En los Estados Unidos, por ejemplo, los recitales ya no significan nada. El interés que generan es muy bajo. Una banda tiene que generar un momento especial, pero se hace muy complicado cuando el público no demuestra entusiasmo alguno. Se convierte en una película que ya viste, y Smashing Pumpkins no es así, para nada.

–¿No se corre el riesgo de hacer un show en piloto automático?
–No. Jamás. Tengo demasiado orgullo y amor propio como para caer tan bajo. tampoco pongo todos mis deseos y expectativas en el público. Soy demasiado realista. Sé que la mayoría solo quiere un poco de entretenimiento, y que no estamos en 1993.

–Pero estás contento con esta etapa, ¿no?
–Sí, definitivamente. Estoy en una posición única donde logré armar una banda que a la gente le gusta ver en vivo, cuando no es lo habitual en este momento. Como te decía antes, los comentarios de la gente son muy buenos, aún mejores que los de dos años atrás. Estoy teniendo éxito en un momento donde no se supone que una banda de rock original e innovadora debería tener éxito. Estoy en el medio de un momento francamente hermoso donde hay energía, curiosidad, prensa, fans y conciertos. Es como una luna de miel hermosa... ¡que no va a durar mucho! Por eso le dije a la banda: “Ojo, que esto va a durar un año, porque después tenemos que ver qué dicen cuando tocamos la nueva música que estamos grabando”. Así que, por ahora, está todo bárbaro, porque hacemos honor al pasado y al presente, mientras damos algunas pistas sobre cómo será el futuro. Pero sé que el reloj sigue avanzando y calculo que nos queda un año de esta luna de miel. Después habrá que ver cómo sigue todo.


En Derecho a leer agregan:

La banda, que mañana jueves 18 toca en Buenos Aires, en el Luna Park, puso su último disco "Teargarden by Kaleidyscope" para descargarse gratuitamente de internet, tema por tema según los vayan grabando, hasta completar los 44. Simultánemente se irán lanzando ediciones limitadas de EPs (Extended Play) de 4 o 5 temas, en formato físico (con vinilos y todo). El primero fue Songs of Sailor, el siguiente se lanza el 23 de este mes, “The Solstice Bare”, según está anunciado en su sitio oficial.

Músicos que buscan ser escuchados, en vez tratar como criminales a sus fans y comportarse como empleados obedientes de las multinacionales ¿asombroso no?.




Vamos entonces Smashing Pumkins!!!


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