“El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad”, declara ambiguamente el Diccionario Panhispánico de Dudas, en su edición de 2005. Pero entre nosotros hace ya 200 años que ese enorme lingüista que fue Andrés Bello advirtió el eje de la cuestión, al titular su obra principal, Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Un título perfecto.
Bello explicaba: “Se llama lengua castellana (y con menos propiedad española) la que se habla en Castilla y que con las armas y las leyes pasó a América, y es hoy el idioma común de los Estados hispanoamericanos”.
“Hoy no hay foco de conflicto con la RAE porque tiene un nivel de comprensión de las singularidades dialectales en América latina”, razona Horacio González. Lo que es cierto, pero no clausura la cuestión. De hecho, y no dudo de que HG lo comparte, el asunto está vigente entre nosotros, e incluso no termina de resolverse en España. La vigente Constitución Española de 1978, posterior a la caída del franquismo, define: “El castellano es la lengua española oficial del Estado (...) Las demás lenguas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas”.
Clarín intentó comunicarse con Calvo para saber qué webs fueron intimadas, pero nunca recibió respuesta.
Actualmente el Diccionario de la Real Academia (DRAE) recibe más de 1 millón de consultas diarias, pero no permite que ese servicio y otros disponibles en su web www.rae.es, como el Diccionario Panhispánico de dudas, puedan linkearse en otros sitios. “Eso choca con el derecho de los usuarios a tener acceso a lo que han pagado como ciudadanos”, denuncia la traductora y filóloga Silvia Senz Bueno –coordinadora del blog colaborativo http://addendaetcorrigenda.blogia.com . Cuestiona que una entidad pública y sin fines de lucro como la RAE no difunda esos esos contenidos. La institución se financia, sin embargo, en partes iguales, con fondos públicos y donaciones de las principales multinacionales españolas, igual que buena parte de Academias Nacionales."
"La RAE, en tanto, se prepara en estos meses su nuevo sitio web, que financiará Telefónica. “Por eso esta ofensiva: quieren centralizar todas las consultas lingüísticas y eliminar cualquier desvío potencial de visitas”, dispara otra vez Senz. 450 millones de hispanohablantes deberían estar pendientes."
Fuente Clarín.
Si a todo esto le agregamos los créditos que otorga el Banco Santander para que con un curso a distanica se formen profesores de castellano en Brasil, vemos que el idioma sigue siendo una fuente exclusiva de dinero para la RAE y para las grandes empresas españolas.
El idioma privatizado....
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