martes, 21 de febrero de 2012

La vida de los otros

Fuente Página 12

Por Mariano Blejman

"¿Nunca tuvo la sensación de que lo estaban mirando? Bueno, puede que sí, que lo estén mirando si tiene una de las cincuenta mil cámaras repartidas por el mundo que, por un error técnico, permiten ver qué hacen personas comunes y corrientes de manera pública. No se trata de una nueva versión de Sliver, invasión a la intimidad, aquella película que protagonizaba Sharon Stone y William Baldwin a comienzos de los ’90, en la que el personaje central cableaba el edificio con cámaras de video y grababa lo que hacían sus vecinos. Ni es tampoco una pieza literaria inspirada en 1984, de George Orwell, que ejercía un efecto normalizador en una sociedad de control. Se trata de cámaras de seguridad hogareñas, de esas que se compran para instalar en un maxikiosco, en la entrada de una casa o en su sistema de alarma interior, en el palier de un edificio, en el hall de una institución académica o incluso para cuidar a los bebés desde la distancia mientras duermen plácidamente en la pieza de al lado. A diferencia de los sistemas cerrados antiguos, estas cámaras están conectadas a Internet y, por lo tanto, tienen una “dirección” y se pueden “visitar”.

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"En el programa Gran Hermano, que sale por Telefe, los participantes firman un contrato para ser filmados incesantemente: entregan la imagen de su cuerpo al mundo. A cambio, el espectáculo les asegura fama pasajera, algún contrato para conducir un programa, convertirse en modelo y terminar en el olvido. ¿Pero qué contrato firmaron los usuarios de Trendnet para dejarse ver? ¿Y las cientos de miles de cámaras repartidas por el mundo que están en los teléfonos celulares, en las computadoras, en los ascensores, en las entradas de los edificios? ¿Quién asegura que funcionen bien? Nadie, no se trata de eso. Mire el lector a su entorno y piense con cuántas cámaras convive diariamente y todas conectadas. Cuántos artefactos que de a poco se van sumando: la televisión, el auto, la heladera. Haga un paneo por su escritorio. Por algo las últimas netbooks vienen con protectores físicos para la mirilla de la webcam. ¿No se preguntó por qué? ¿O acaso confía en la luz roja o azul o verde que se prende al lado del lente? “¡Y a mí qué me importa!”, dirá. Es cierto, en Facebook se puede saber mucho más, pero Mark Zuckerberg todavía no ofrece transmisión pública (no den ideas).

Facebook ganó. La experiencia de la interconexión ofrece posibilidades ilimitadas. Hace un tiempo pasó por Buenos Aires Josh Harris, considerado el “Andy Warhol de la web” por haber sido el primero en proponer el fin de la privacidad y llevarlo a la práctica en Nueva York a fines de los ’90. Según muestra el documental We Live in Public (Vivimos en público) que rescata su historia, un centenar de personas se encerraron en un sótano de Nueva York a filmarse día y noche sin parar, comiendo, bailando, haciendo el amor. La cosa terminó en desmadre, los organizadores y participantes fueron detenidos. Pero Harris no se amilanó, se fue a vivir con su novia y puso cámaras por toda su casa hasta que se terminó separando en vivo y en directo. Harris es el hombre olvidado más famoso de la prehistoria de Internet. Era Facebook antes de Facebook, MySpace antes de MySpace, era el affaire Trendnet, pero sabiendo lo que hacía."

Efectos de la sobreconexión



Al documental lo encuentran en subtitulado en castellano enTeledocumentales si usan Firefox y Download Helper lo pueden descargar. Está en dos partes así que para descargarlo entero tienen que esperar a que la primera parte se cargue o llevar la flecha hasta el final de la primera parte y ahí podrán descargar la segunda parte. Dura 90 minutos.

El Gran Hermano te Está Mirando!








Silver-Invasión a la Intimidad ...Pero está doblada!!!

Acá está sin doblar!
Los subtítulos en español.

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