domingo, 21 de abril de 2013
Como los rápidos cambios en La India están poniendo a las mujeres en riesgo
Un artículo sobre la noticia de fines del 2012 sobre la violación colectiva de una joven india, que posteriormente falleció, y algunas de las posibles causas de esa violencia
The Washington Post | Miranda Kennedy
MIRANDA KENNEDY ES PERIODISTA Y ESCRITORA ESTADOUNIDENSE - THE WASHINGTON POST
Hace dos décadas el Occidente elogia la ascensión de la India, pero esos cambios políticos y económicas ha causado nuevos conflictos culturaless - dinámica que quedó muy clara después de la brutal violación de una joven en un ómnibus de Nueva Delhi, en enero.Es fácil culpar a una "cultura retrógrada" hostil a las mujeres. Sin embargo, las rápidas transformaciones por las que pasaron los indios también entran en esa historia.
Entusiasmados con esa "nueva India", muchos ciudadanos dejaron la vida tradicional en las aldeas pero no han encontrado una nueva ética en las zonas urbanas. Como resultado, la violencia sexual es floreciente.
Soy de aquellas occidentales facinadas por el rápido crecimiento y por la expansión de la mobilidad social india. Vivi en Nueva Delhi, donde escribía artículos sobre el país y el resto del Sur de Ásia, entre 2002 y 2007. En aquel período hubo centenas de incidentes documentados de violencia sexual en la capital. Un cuarto de todas las violaciones registradas en la India en 2011 ocurrieron en Nueva Delhi, de acuerdo con National Crime Records Bureau. En el período en que vivi en la India, las mujeres indias regularmente insistian para que me mudara a otro lugar, cualquier lugar, llamando a Nueva Delhi de "capital de las violaciones" y relatando historias aterrorizantes para mostrar cuan insegura era la ciudad.
Naturalmente, muchos habitantes de la capital no tienen la posibilidad de mudarse, o no lo quieren hacer. La población de la ciudad se hinchó en las dos últimas décadas con la migración de los habitantes de las zonas rurales pobres. Para ellos, Nueva Delhi es la tierra de las oportunidades. Cerca de 350 millones de indios viven hoy en las ciudades y 250 millones más deberán mudarse para áreas urbanas en las dos próximas décadas.
Los padres de la víctima de la violación, que murió, se mudaron con la familia a un barrio de clase media de la capital, venindos de una aldea de Uttar Pradesh, uno de los Estados más pobres de la India. Los call centers y el sector hotelero crearon empleos incluso para personas con menos estudio, tornando el sueño de la clase media más posible que nunca.
Pero, con frecuencia, los inmigrantes no encuentran las oportunidades de enseñanza y trabajo que esperan. La pobreza, la condición de casta inferior y de género todavía le impiden a muchos progresar. En Uttar Pradesh y otros Estados de lengua hindi, por ejemplo, los índices de alfabetización de las niñas son de 33% a 50%, de acuerdo con las Naciones Unidas. En el caso de los niños, son de 75%.
La familia de la joven colocaba sus esperanzas en la hija, vendió sus tierras para enviarla a una facultad. De acuerdo con entrevistas con los padres de la niña, ella insistia con que sus hermanos más jóvenes la acompañasen en el camino a la facultad. Habiendo sido recientemente aprobada como psicoterapeuta trainee en un hospital particular en Nueva Delhi, ella habia vencido los obstáculos y conseguido un empleo de clase media.
Tiene sentido que ese ataque haya ocurrido en Nueva Delhi, una de las ciudades que más crece en el mundo, que le da la bienvenida a mujeres modernas, universitarias y trabajadoras. Pero no es una capital tan abierta como dice la propaganda. Como está repleta de inmigrantes que hablan decenas de lenguas y representan a todas las castas y religiones - personas que están unidas solamente por un historial de vida tradicional en el campo -, la ciudad parece estar sometida a un conflicto permanente para definir lo que es moralmente aceptable.
Por ejemplo, muchas mujeres toman rickshaws, taxis y ómnibus a la noche, pero es comun que los conductores, vendedores de los negocios- o cualquier persona que se depare con ellas - cuestionen por qué están fuera de casa después del anochecer. Y aunque la ciudad no tenga templos o restaurantes que prohíban abiertamente la entrada de hindúes de casta inferior o musulmanes, hay muchos lugares en que ellos no son bienvenidos.
Nuevas regras. A medida que los indios dejan sus pueblos, ellos pierden la protección y el deber de prestar cuentas que prevalece en las pequeñas comunidades. Incluso si los inmigrantes viven en un barrio de la capital con sus parientes y otras personas de sus aldeas de origen, como era el caso de por lo menos cuatro de los violadores de la joven, sus lazos con la comunidad en verdad se rompieron. Existen más anónimos que en un pueblo, algo que los libera de la expectativa de una represión, pero puede significar también que ellos pierden su orgullo y el sentimiento de pertenecer a una comunidad.
Los violadores eran inmigrantes. Dos eran hermanos que vivian en una villa miseria en Nueva Delhi, que vinieron de una aldea del Estado de Rajasthan enseguida que la India se abriera al mercado en los años 90. Ambos abandonaron la escuela todavía jóvenes para trabajar por un salario diario y ayudar a sus padres. Adultos, eran conocidos en la villa como borrachos.
El ímpetu para la violación y el robo otrora podia ser más controlado frente a las expectativas de la comunidad en términos de decencia, como también en razón de las consecuencias que eran muy claras. Como castigo, un estuprador en una aldea podia ser impedido de casarse, como también sus hermanas y primos. En diciembre, la Cámara Municipal de una pequeña ciudad en el Estado de Haryana anunció que castigaria a los hombres acusados de ataque sexual expulsándolos y a su familia.
Las expectativas sociales del pueblo no son substituidas por valores cívicos en las grandes ciudades. Las condenas por violación en toda la India disminyeron de 44% en 1973 para 26,5% en 2010.
La entrada de La India en el escenario mundial provocó una confusión en relación a la sexualidad, moralidad y tradición. Las reglas cambian y nadie sabe con seguridad qué es aceptable. La serie Sex and the City es exhibida repetidamente en un canal de TV, mientras en otros divas de Bollywood aparecen con pantalones largos frente a las cámeras y, en un tercero, un swami reza fervorosamente una oración hindú. Ninguna de esas influencias culturales estaban disponibles hace una generación. Hasta 1991, los únicos canales de TV existentes eran estatales. Pocos indios viajaban al exterior o se relacionaban con no indios.
Incluso el primer ministro indio, Manmohan Singh, reconoció ese conflicto entre la rápida globalización de La India y su cultura que cambia lentamente, diciendo la semana pasada que "la emergencia de las mujeres en los espacios públicos, que es una parte totalmente esencial de la emancipación social, es acompañada por amenazas crecientes a su seguridad y protección". Prometió ver las protestas de las calles desde el ataque a la estudiante como prueba de que "una jovem India desea autenticamente cambios".
Y, de hecho, ella parece estar ocurriendo. Los acusados por la violación serán juzgados por un tribunal sumario creado para tratar crímenes contra las mujeres. Esperemos que otros cambios ocurran rapidamente sin que para eso sea necesario el sacrifício de una "hija más de La India", como la víctima de la banda de la violación será para siempre conocida.
Usé indio para referirme a los habitantes de la India como sugiere el site El Castellano.
En el programa de radio Hozizonte Sur del 20 de Abril Jorge Rulli comenta sobre qué es la cultura y como habría que cuidarla.
The Washington Post | Miranda Kennedy
MIRANDA KENNEDY ES PERIODISTA Y ESCRITORA ESTADOUNIDENSE - THE WASHINGTON POST
Hace dos décadas el Occidente elogia la ascensión de la India, pero esos cambios políticos y económicas ha causado nuevos conflictos culturaless - dinámica que quedó muy clara después de la brutal violación de una joven en un ómnibus de Nueva Delhi, en enero.Es fácil culpar a una "cultura retrógrada" hostil a las mujeres. Sin embargo, las rápidas transformaciones por las que pasaron los indios también entran en esa historia.
Entusiasmados con esa "nueva India", muchos ciudadanos dejaron la vida tradicional en las aldeas pero no han encontrado una nueva ética en las zonas urbanas. Como resultado, la violencia sexual es floreciente.
Soy de aquellas occidentales facinadas por el rápido crecimiento y por la expansión de la mobilidad social india. Vivi en Nueva Delhi, donde escribía artículos sobre el país y el resto del Sur de Ásia, entre 2002 y 2007. En aquel período hubo centenas de incidentes documentados de violencia sexual en la capital. Un cuarto de todas las violaciones registradas en la India en 2011 ocurrieron en Nueva Delhi, de acuerdo con National Crime Records Bureau. En el período en que vivi en la India, las mujeres indias regularmente insistian para que me mudara a otro lugar, cualquier lugar, llamando a Nueva Delhi de "capital de las violaciones" y relatando historias aterrorizantes para mostrar cuan insegura era la ciudad.
Naturalmente, muchos habitantes de la capital no tienen la posibilidad de mudarse, o no lo quieren hacer. La población de la ciudad se hinchó en las dos últimas décadas con la migración de los habitantes de las zonas rurales pobres. Para ellos, Nueva Delhi es la tierra de las oportunidades. Cerca de 350 millones de indios viven hoy en las ciudades y 250 millones más deberán mudarse para áreas urbanas en las dos próximas décadas.
Los padres de la víctima de la violación, que murió, se mudaron con la familia a un barrio de clase media de la capital, venindos de una aldea de Uttar Pradesh, uno de los Estados más pobres de la India. Los call centers y el sector hotelero crearon empleos incluso para personas con menos estudio, tornando el sueño de la clase media más posible que nunca.
Pero, con frecuencia, los inmigrantes no encuentran las oportunidades de enseñanza y trabajo que esperan. La pobreza, la condición de casta inferior y de género todavía le impiden a muchos progresar. En Uttar Pradesh y otros Estados de lengua hindi, por ejemplo, los índices de alfabetización de las niñas son de 33% a 50%, de acuerdo con las Naciones Unidas. En el caso de los niños, son de 75%.
La familia de la joven colocaba sus esperanzas en la hija, vendió sus tierras para enviarla a una facultad. De acuerdo con entrevistas con los padres de la niña, ella insistia con que sus hermanos más jóvenes la acompañasen en el camino a la facultad. Habiendo sido recientemente aprobada como psicoterapeuta trainee en un hospital particular en Nueva Delhi, ella habia vencido los obstáculos y conseguido un empleo de clase media.
Tiene sentido que ese ataque haya ocurrido en Nueva Delhi, una de las ciudades que más crece en el mundo, que le da la bienvenida a mujeres modernas, universitarias y trabajadoras. Pero no es una capital tan abierta como dice la propaganda. Como está repleta de inmigrantes que hablan decenas de lenguas y representan a todas las castas y religiones - personas que están unidas solamente por un historial de vida tradicional en el campo -, la ciudad parece estar sometida a un conflicto permanente para definir lo que es moralmente aceptable.
Por ejemplo, muchas mujeres toman rickshaws, taxis y ómnibus a la noche, pero es comun que los conductores, vendedores de los negocios- o cualquier persona que se depare con ellas - cuestionen por qué están fuera de casa después del anochecer. Y aunque la ciudad no tenga templos o restaurantes que prohíban abiertamente la entrada de hindúes de casta inferior o musulmanes, hay muchos lugares en que ellos no son bienvenidos.
Nuevas regras. A medida que los indios dejan sus pueblos, ellos pierden la protección y el deber de prestar cuentas que prevalece en las pequeñas comunidades. Incluso si los inmigrantes viven en un barrio de la capital con sus parientes y otras personas de sus aldeas de origen, como era el caso de por lo menos cuatro de los violadores de la joven, sus lazos con la comunidad en verdad se rompieron. Existen más anónimos que en un pueblo, algo que los libera de la expectativa de una represión, pero puede significar también que ellos pierden su orgullo y el sentimiento de pertenecer a una comunidad.
Los violadores eran inmigrantes. Dos eran hermanos que vivian en una villa miseria en Nueva Delhi, que vinieron de una aldea del Estado de Rajasthan enseguida que la India se abriera al mercado en los años 90. Ambos abandonaron la escuela todavía jóvenes para trabajar por un salario diario y ayudar a sus padres. Adultos, eran conocidos en la villa como borrachos.
El ímpetu para la violación y el robo otrora podia ser más controlado frente a las expectativas de la comunidad en términos de decencia, como también en razón de las consecuencias que eran muy claras. Como castigo, un estuprador en una aldea podia ser impedido de casarse, como también sus hermanas y primos. En diciembre, la Cámara Municipal de una pequeña ciudad en el Estado de Haryana anunció que castigaria a los hombres acusados de ataque sexual expulsándolos y a su familia.
Las expectativas sociales del pueblo no son substituidas por valores cívicos en las grandes ciudades. Las condenas por violación en toda la India disminyeron de 44% en 1973 para 26,5% en 2010.
La entrada de La India en el escenario mundial provocó una confusión en relación a la sexualidad, moralidad y tradición. Las reglas cambian y nadie sabe con seguridad qué es aceptable. La serie Sex and the City es exhibida repetidamente en un canal de TV, mientras en otros divas de Bollywood aparecen con pantalones largos frente a las cámeras y, en un tercero, un swami reza fervorosamente una oración hindú. Ninguna de esas influencias culturales estaban disponibles hace una generación. Hasta 1991, los únicos canales de TV existentes eran estatales. Pocos indios viajaban al exterior o se relacionaban con no indios.
Incluso el primer ministro indio, Manmohan Singh, reconoció ese conflicto entre la rápida globalización de La India y su cultura que cambia lentamente, diciendo la semana pasada que "la emergencia de las mujeres en los espacios públicos, que es una parte totalmente esencial de la emancipación social, es acompañada por amenazas crecientes a su seguridad y protección". Prometió ver las protestas de las calles desde el ataque a la estudiante como prueba de que "una jovem India desea autenticamente cambios".
Y, de hecho, ella parece estar ocurriendo. Los acusados por la violación serán juzgados por un tribunal sumario creado para tratar crímenes contra las mujeres. Esperemos que otros cambios ocurran rapidamente sin que para eso sea necesario el sacrifício de una "hija más de La India", como la víctima de la banda de la violación será para siempre conocida.
Usé indio para referirme a los habitantes de la India como sugiere el site El Castellano.
En el programa de radio Hozizonte Sur del 20 de Abril Jorge Rulli comenta sobre qué es la cultura y como habría que cuidarla.
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