El producto sería lanzado por Monsanto, que ahora confía en que el Gobierno le reconocerá las patentes por sus semillas
Por Jorge Oviedo
Enviado especial
DE MOINES, Estados Unidos.- La compañía de biotecnología Monsanto confía en que pronto logrará con el actual gobierno un acuerdo que permitirá la introducción de nuevas semillas transgénicas de soja, maíz, alfalfa y algodón que permitirán ampliar la producción y reducir los costos.
Esas semillas son resistentes al herbicida glifosato y apuntan a extender y ampliar el éxito que ese tipo de tecnología tuvo con la producción de soja. El anuncio fue realizado aquí por el director de Estrategias y Nuevos Negocios de Monsanto Argentina, Pablo Vaquero, en el marco de la Farm Progress Show, una importantísima muestra agrícola en la que hay una fuerte presencia de agricultores argentinos.
La firma de ese acuerdo permitiría también introducir en la Argentina una nueva soja modificada, que agrega a la resistencia al glifosato un mayor rendimiento y resistencia a insectos y que comenzará a sembrarse en Brasil y Paraguay. Vaquero explicó que si el acuerdo se alcanza pronto, el lanzamiento podría incluso ser simultáneo con la Argentina, ya que en nuestro país los trámites de homologación son más ágiles.
El anuncio muestra un completo cambio de estrategia de la compañía, que había congelado el lanzamiento de nuevos productos biotecnológicos ya que no logró hasta ahora, como lo hizo en otros países, cobrar los derechos por la utilización de la soja modificada, que patentó.
De hecho, Monsanto inició en Europa ocho juicios que pretendían cobrar los derechos en el destino de las exportaciones. La situación pareció cambiar drásticamente cuando, hace 15 días, se firmó un acuerdo con el gobierno del Chaco para introducir un algodón modificado genéticamente que incluye el gen de resistencia al glifosato (RR, por resistente al Roundup) y otro que lo hace resistente a insectos.
Además, se iniciaron formalmente los trámites para solicitar la autorización para introducir en la Argentina una alfalfa resistente al glifosato que aquí, en los Estados Unidos, entrará en tres meses en el mercado.
"Monsanto vuelve a la Argentina, que es uno de los cinco países claves para la compañía", señaló Vaquero, que agregó que los restantes son Estados Unidos, la India, China y Brasil.
La compañía invertirá 125 millones de dólares en los próximos cuatro años, la mayor parte de ellos destinados a producción de semillas, en particular de maíz.
La clave para un acuerdo requerirá una "solución política" para el caso de la soja RR y permitiría la introducción de una nueva generación de soja genéticamente modificada que se hará en 2012 en Brasil y Paraguay, que incluye una nueva tecnología RR, denominada RRY+/BT, con resistencia al glifosato con un mayor rendimiento combinada con la resistencia a insectos.
"Se trata del primer evento biotecnológico pensado y diseñado para ser utilizado inicialmente en un país que no es Estados Unidos", dijo Vaquero, ya que el agregado de la resistencia a insectos no parece ser interesante para sitios con mejores estándares de sanidad de los cultivos y, en cambio, puede ser una gran ventaja en Brasil, Paraguay y el norte de la Argentina.
La nueva soja
La nueva soja transgénica tiene, según la empresa, rendimientos entre 10 y 15% superiores a los de la RR. Aunque la compañía no lo precisó, el acuerdo debería incluir un esquema que le permita evitar que, como con la soja RR, los agricultores argentinos la utilicen sin pagar derechos.
A diferencia de los maíces resistentes a insectos, que son híbridos y no pueden usarse para ser replantados, las semillas de soja producida con semillas transgénicas germinan y producen innumerables generaciones sin perder la característica de la resistencia al glifosato, por lo cual muchos productores optan por guardarse parte de lo producido para utilizarlo en la siguiente siembra sin volver a comprar a una semillero y así evitar el pago de derechos.
Monsanto asegura que el aumento de la producción logrado por una soja muchísimo más barata y fácil de producir significó para los productores argentinos un beneficio total de 20.000 millones de dólares en los últimos diez años. En la actualidad, la soja es el mayor cultivo de la Argentina, donde se plantan entre 14 y 16 millones de hectáreas, de las cuales, según la compañía, prácticamente ni una sola pertenece a soja sin la modificación que le permite soportar la aplicación de un herbicida que elimina prácticamente cualquier otro vegetal.
Michael Doane, responsable global de sustentabilidad de Monsanto, señaló que en el mundo, utilizando la misma superficie de tierra, habrá que producir de aquí a 2050 más alimentos que la totalidad de lo que se produjo a nivel planetario en los últimos diez mil años.
"Sólo puede hacerse con la biotecnología", explicó, y detalló que el desafío es hacerlo consumiendo menor cantidad de recursos del suelo, menor cantidad de energía y reduciendo el impacto en el medio ambiente.
Es terrible!!!, ¿ningún partido político hará nada?, en el documental "El Mundo Según Monsanto" muestran que a raíz del algodón transgénico en La India el índice de suicidios en la región algodonera aumentó varias veces.
En la Argentina están haciendo desastres con el glifosato en todos lados, ahora tendremos más glifosato en todo el país!!!
Es terrible y espantoso, y que la gran mayoría de los políticos no hace absolutamente nada para parar un nuevo genocidio en la Argentina.
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