En la inauguración de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Interpretes Cristina Fernández nos dice quiénes son Los Perseguidores
Si tenían alguna esperanza de cambiar para mejor la Ley de Derechos de autor....Para Cristina es una Ley Justa
"El caso es que nuestra cultura participa todavía, si bien de un modo cada vez más residual, de una concepción del artista acuñada en el romanticismo, conforme a la cual solía ser visto -el artista en general, ya fuese poeta o pintor, cómico o cantante- como un individuo situado al margen de las convenciones, cuando no enfrentado resueltamente a ellas; un individuo puesto al servicio de un ideal superior, del que a menudo se derivaban actitudes transgresoras, cuando no abiertamente subversivas.
La casi automática identificación entre la vida artística y la bohemia ha sido capaz de resistir durante décadas, hasta hoy mismo, las evidencias flagrantes que tan a menudo la desdicen, y que apuntan, por el contrario, a la domesticación y estandarización de la mayor parte de los artistas, a la consolidación de un star system que ha convertido al artista consagrado en un privilegiado representante del lujo y de la sofisticación, también en un valioso orientador de las tendencias del mercado. En la misma dirección, el arraigado prejuicio
que atribuye al artista, por el mero hecho de serlo, posiciones políticamente progresistas y contestatarias, pasa por alto toda suerte de incongruencias, y no cesa de dar pie a las más insospechadas alianzas (para no irse demasiado lejos: ¿puede alguien explicarme, por ejemplo, qué hacía Michelle Bachelet, en el cierre de su campaña presidencial, cogida triunfalmente de la mano de Miguel Bosé? ¿Es que la letra de canciones como "Sevilla", "Amante bandido" o "Hacer por hacer" promueven los valores de la izquierda chilena?).
Aupados al carro de las subvenciones y de las políticas proteccionistas con que los gobiernos socialdemócratas retribuyen su apoyo (obsérvese, si no, el caso español), autores y artistas han conseguido que la defensa de la "propiedad intelectual", noción lábil y peliaguda donde las haya, y por medio de la cual la doctrina capitalista coloniza subrepticiamente el ámbito supuestamente libre de la creatividad y de la comunicación humanas, haya pasado a ser, incondicionalmente, una premisa de la izquierda cultural.
No es lugar este de cuestionar los fundamentos jurídicos e incluso éticos que cargan de razón a quienes invocan los sacrosantos derechos de la propiedad intelectual. Baste, de momento, con subrayar un
indeseable efecto estético: el que se desprende de ver a los más conspicuos representantes de aquella inconformidad, de aquella insolencia, de aquel espíritu aventurero tradicionalmente asociado a
la más común idea del arte y de la vida artística, convertidos en agentes del orden, en furibundos instructores de legislaciones restrictivas y penalizadoras, en vigilantes celosos, en ávidos controladores, en perseguidores.
Puede que, como algunos dicen, esté en juego en todo esto la subsistencia misma de muchos artistas. En cualquier caso, lo que parece quedar fuera de juego -pero quizá ya lo estaba, desde mucho antes- es una determinada concepción del arte y de las relaciones que con él mantenían el artista mismo y la comunidad."
Hoy persiguen a los canales de televisión..Mañana .....Será a los que suben videos en youtube, pasado mañana......Y así seguirá....
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